Curro Claret Un diseñador freelance “diferente”

Sus proyectos, poéticos, sencillos y directos, ponen de manifiesto cuestiones que, en muchas ocasiones, nuestra sociedad olvida, o parece olvidar.
Objetos que, con una perspectiva diferente, arrojan soluciones sencillas y honestas sobre cuestiones cotidianas.
Invitan a reflexionar sobre nuestra propia sociedad, a tomarse la vida de otra manera y adoptar un papel más comprometido con el resto del mundo.

Entrevista:

-Viendo estos proyectos y objetos, queda claro que hay muchas maneras de entender el papel que el diseño y el diseñador pueden tener en nuestra sociedad.

-¿Puedes explicarnos cómo entiendes tú la función del diseñador en la sociedad?

-El diseño que quiere mirar hacia delante debe asumir unas responsabilidades (con las personas y el medio) que hasta ahora no ha hecho. Esas responsabilidades van más allá de cumplir con la ley y las normativas vigentes, porque esas leyes y normativas de por si no parecen suficientes para avanzar. Hay que vivir de otra manera, más justa y equilibrada, y obviamente el diseño debe ayudarnos en esa tarea.

-¿Crees que realmente -como se dice y se oye muchas veces- la situación actual realmente está cambiando el paradigma del papel del diseño como agente de cambio social?

-Supongo que ya de por si a cada generación, en cada profesión, le toca repensar lo que hace. Con todo lo que está sucediendo y estamos constatando, parece claro que al diseño le toca replantearse de arriba a abajo, sin miedo. Creo que efectivamente parte de su nuevo rol debe ser el de estimular y facilitar ese cambio de vida que debemos realizar.

-Por útlimo, ¿algún consejo o algo que quieras decirle a cualquiera que pretenda proyectar culquier cosa para el resto del mundo?

– El diseñador Enzo Mari (sin duda cada día que pasa su trabajo y sus ideas cobran más relevancia) hace un tiempo en una entrevista comentaba hacia los jóvenes diseñadores algo así como que deberían pensar más en diseñar cosas para el mundo “ideal” en el que les gustaría vivir que en hacer solo cosas bonitas para vender.