Por Carlos Garmendia Fernández
Fotografía: Iñaki Bergera y Juan Rodríguez
Entre este proyecto y la última vivienda sobre la que escribí (vivienda en Villarcayo) se pueden encontrar varias similitudes, puntos de conexión que quizás sin querer sean los que me atraen de este tipo de proyectos.
Existen coincidencias en su contexto, ubicación y dificultad, en la paciencia y en la delicadeza de diseño y construcción, quizás todas ellas fruto de que ambos despachos comparten ciudad y formación y sin embargo, la manera de conjugar espacios y de enfrentarse a esas mismas premisas resulta agradecidamente distinta.
Jorge Tárrago y Rubén Alcolea dirigen un estudio notablemente joven, profesores ambos de la ETSAUN son de esos arquitectos cuidadosos en el detalle y cuya arquitectura a veces parece obra de compañeros más veteranos, edificios cuya madurez hace que nos sorprenda la edad de sus autores.
Un buen ejemplo de esto que digo es su último proyecto, el cual tal vez tras un primer vistazo pueda dar una impresión errónea, a mí al menos me ocurrió cuando vi por primera vez las fotos de Iñaki Bergera, fantásticas por cierto. Si bien me llamó la atención el resultado formal y matérico de la vivienda no pude evitar sentir cierto recelo de su imagen en relación a su entorno.
Intentaré explicarme; el proyecto está ubicado en Sesma, un pueblo que bien podría servir como ejemplo de localidad típica de la ribera de Navarra, región con la cual guardo una estrecha relación de índole familiar y que aunque no destaque por una construcción demasiado virtuosa (dejando a un lado grandes edificaciones románicas como el Monasterio de Fitero o la Catedral de Tudela) sí que fundamenta la misma sobre unas bases muy rígidas y arraigadas en la vida cotidiana de sus habitantes, unas reglas “no normalizadas” que con el tiempo se han convertido en esquema funcional de las viviendas de esta zona.
Una vez siendo consciente de esto y habiendo estudiado más en profundidad la documentación del proyecto es donde se descubren una serie de geniales matices que hacen valorar justamente esta obra, se aprecia entonces cómo los arquitectos han conseguido sintetizar este guión y evolucionarlo, cómo han llevado a cabo un trabajo de transformación de la típica vivienda regional llegando a un edificio actual y contemporáneo que guarda completamente la esencia de sus viviendas vecinas.
Me resulta difícil concretar en ejemplos puntuales esta sensación, más allá de una certeza de que la globalidad del proyecto encaja en su sitio, quizás la fuerte presencia del garaje (cochera) cuya función no sólo se limita en este caso a albergar los vehículos familiares, o la fantástica entrada a la vivienda, de nuevo con una transición exterior-interior tan sutil, o la ubicación del volumen edificado dentro de la parcela junto con la direccionalidad de los espacios interiores hacia el jardín (huerta), o la imagen “basta” del solar terminado que se interrelaciona con su entorno mucho mejor de lo que puede parecer en principio.
Pequeñas cosas que no se ven a primera vista y que resultan básicas para el entendimiento del proyecto dando mucho valor a su arquitectura, gestos que demuestran un intenso trabajo de investigación más allá de los muros de hormigón visibles al final, muros que por otro lado conforman un volumen escultórico, potencia punzada por huecos de madera y vidrio en los que los espacios quedan sutilmente relacionados.
Otro proyecto que de nuevo siendo fiel a unas reglas de juego consolidadas en años de experiencia, con la certeza de que unas decisiones que han sobrevivido en el tiempo tienen su razón, propone ir un poco más lejos para construir algo que, lejos de intentar empezar de cero, busca avanzar un pasito más sobre lo ya escrito.
Ficha del proyecto:
Autores:
Rubén Alcolea Rodríguez
Jorge Tárrago Mingo
Colaboradores:
Leire Zaldua
Aitor Acilu
Izaskun Bilbao
Estructuras:
Víctor Goñi
Elena Goñi
Aparejador:
Isabelino Río Rodríguez
Contratista:
Construcciones Irisarri Munilla
Pingback: HIC Arquitectura » Premios COAVN 2013 > Proyectos premiados
Pingback: Casa MP en Sesma : alcolea+tárrago arquitectos