MESURA HIC Stories con Slowkind

HIC Stories es una serie de entrevistas sin una periodicidad fija, que nos permite acceder a algunos estudios de arquitectura para ver su espacio de trabajo y establecer  una conversación que tratamos que nos muestre sus intereses, métodos de trabajo y procesos de producción. Esta serie se inició hace unos meses con una entrevista a Lopez Rivera y ahora entra en el estudio de MESURA, con quien conversamos sobre su arquitectura.

(Mesura by HIC Stories con Slowkind ha sido posible gracias a la colaboración de Cosentino City Barcelona.)

La arquitectura se contempla como una disciplina arraigada al tiempo en la que vive y el lugar donde reside. MESURA sigue con persistencia estos principios clásicos (también modernos) a través de un método de trabajo marcado por la dedicación por el detalle y la elección de materiales locales. Con una trayectoria de más de 10 años, ¿cómo podrías explicar la evolución de vuestra práctica desde los inicios hasta la actualidad?

Los cimientos son los mismos. Seguimos creyendo que la arquitectura debe ser atemporal. Sí que hemos desarrollado una mayor sensibilidad (o aprendizaje) hacia el concepto de Genius Loci, que se traduce en la intensa escucha al lugar en todas sus escalas (física, temporal y social). También hemos seguido creciendo con la idea de que escuchar a nuestros clientes es una de nuestras virtudes principales a la hora de pensar y diseñar. Entender bien los recursos necesarios para cada encargo nos marca mucho durante el proceso creativo. Todo esto nos ha llevado a generar una arquitectura muy ecléctica.

Tenemos claro que la arquitectura ha de ser proactiva e innovadora. Es por ello por lo que nuestra manera de pensar se asemeja a una competición de remo, donde un grupo de personas que rema hacia delante mira siempre hacia atrás.

Muchos de los despachos jóvenes de Barcelona se caracterizan por haber empezado en un momento especialmente complejo después de la crisis económica de 2008. En uno de los primeros textos publicados en vuestra web, A new generation of architects (Una nueva generación de arquitectos) reflexionáis sobre los nuevos valores del arquitecto y la necesidad de generar un perfil profesional más multidisciplinar y adaptable a la incertidumbre del futuro. ¿Cuáles creéis que son los cambios que han afectado más a la profesión y al rol del arquitecto en la sociedad contemporánea?

Cuando la universidad de Oporto nos preguntó: “qué lleva MESURA en los bolsillos?”, respondimos que llevamos con nosotros los valores de la crisis. En el ensayo que mencionáis, reflexionamos sobre como una crisis puede convertirse también en una gran oportunidad.

En nuestro caso, hizo que empezáramos con proyectos de pequeña escala, pocos recursos, y pocas oportunidades. A priori, un contexto difícil para arrancar nuestra práctica o cualquier otro tipo de negocio. No obstante, también supimos ver que estas características podían tener su lado positivo: los proyectos de pequeña escala nos ayudaron a poner atención en cada detalle, a reforzar nuestra rigurosidad. Los pocos recursos nos hicieron valorar de otra forma las preexistencias, lo que se traduce en escuchar al lugar y, sobre todo, en respetar. Las pocas oportunidades hacen que aprendas a trabajar mucho mejor en equipo, se crea más empatía y, en consecuencia, humanidad. Todos estos factores, con los que nosotros nos encontramos en su día, creemos que son los que han hecho evolucionar también a la figura del arquitecto.

En la sección Thoughts (Pensamientos), uno puede encontrar un conjunto de ensayos, entrevistas y conversaciones entre diferentes interlocutores nacionales e internacionales: desde Lev Bratishenkoel, comisario del CCA de Montreal, a Nina Masó, fundadora de la editorial Santa & Cole recientemente fallecida. Todos ellos se engloban bajo una idea de Ágora que pretende agrupar todos estos pensamientos que suceden antes, durante y después del proyecto arquitectónico. ¿Cómo aplicáis estas investigaciones en el conjunto de vuestro trabajo?

Thoughts y Ágora son dos proyectos distintos que reúnen un mismo objetivo: estimular la exploración y el conocimiento. La intención de Thoughts es generar un espacio de diálogo en el que entramos en conversación con profesionales (fuera y dentro del mundo de la arquitectura) para reflexionar sobre temas relacionados con su disciplina, se trata de aprender de su visión.

En cambio, el Ágora quiere abrir un espacio de reunión en el que perfiles de distintos ámbitos compartan con nosotros (y el público, pues es un evento abierto) sus experiencias y bagaje dentro de la industria. Es un momento para descubrir y conectar. Estos aprendizajes luego se ven reflejados en el despacho de varias formas: aplicando nuevas técnicas/procesos, utilizando recursos que desconocíamos, probando nuevas metodologías, etc.

Construir significa mucho más que ensamblar materiales distintos en un mismo espacio. La experiencia y conocimientos técnicos acumulados a lo largo del tiempo garantizan la calidad final de la obra arquitectónica. En vuestro caso, este poso disciplinar se puede apreciar en muchas de las viviendas unifamiliares con el uso de materiales combinados según textura, color y calidez. ¿Cuáles son los aspectos que os suscitan mayor interés durante los procesos previos a la construcción y una vez se llega a la acción?

Cada proyecto es una nueva oportunidad de aprendizaje respeto a su tectónica. La investigación de nuevas maneras de construir en cada obra es algo que nos define y que hace que tengamos que adaptarnos a ello de manera muy intensa, para así entender bien esa técnica e intentar llevarla a nuevas maneras de aplicar con la máxima rigurosidad que se exige.

Vuestros interiores se construyen a través de una visión espacial muy clara en la que superficies, mobiliario e iluminación se encuentran debajo de un mismo concepto. En muchos proyectos habéis usado materiales del Grupo Cosentino para conseguir esta combinación total con la selección de cerámicas, piedras y mármoles. ¿Cuáles creéis que son las características que aporta este fabricante en la calidad final de la arquitectura?

Haber trabajado desde nuestros inicios en muchas obras de rehabilitación y reformas de espacios existentes, ha hecho que desarrollemos la capacidad de entender la arquitectura desde sus interiores y no viceversa. La fachada responde a un contexto, pero es el interior el que acoge la vida de sus habitantes y donde dedicamos nuestros mayores esfuerzos en tener la adecuada proporción, luz y, por supuesto, materialidad. El Grupo Cosentino aporta todas estas cualidades.

Algunos de vuestros proyectos más conocidos son la Casa IV en Elche y la Casa Ter. Ambos se conectan con recuerdos próximos de lugares y referencias que uno ya conoce dónde lo vernácula reaparece como una virtud necesaria para comprender sus emplazamientos, la elección de sistemas constructivos o la definición final de detalles. ¿Podrías explicar el proceso proyectil de ambos proyectos y como estos se entienden dentro del conjunto de vuestra obra?

El proceso fue muy similar en ambos casos: una extensa escucha al lugar y a las personas que ocupan las dos casas. Solo después de entender bien la manera de vivir de ambas familias y sus recursos comenzamos a observar el lugar. Este, entendido desde un amplio contexto, nos da pistas de cómo se combinan las maneras de vivir locales con su clima. El lugar, desde una escala de solar, nos sirve para intuitivamente pensar cuál es la mejor manera de impactar en el terreno coherentemente. Son obras que definen bien la importancia que le damos a los sistemas pasivos para un bajo consumo energético; una implantación que piensa en los espacios exteriores, pero que genera una arquitectura pensada desde el interior.

Desde hace ya un tiempo las redes sociales y el uso masivo de imágenes ha transformado la forma con la que consumimos y divulgamos arquitectura, diseño y arte. La velocidad de las nuevas tecnologías ha generado una gran diversidad de formas con las que representar y construir una identidad digital. En este sentido, ¿cómo trabajáis la definición gráfica de vuestros proyectos y su representación dentro de un panorama arquitectónico actual?

Nos acogemos a una aplicación fiel de nuestra identidad como marca, pues es la que expresa mejor nuestros valores y misión como empresa. Desde siempre, en MESURA hemos tenido claro que es imprescindible cuidar el contenido que mostramos al mundo y que representa nuestro trabajo. Aunque cada proyecto es único y requiere contenidos específicos, se define a partir de la colaboración entre el departamento de operaciones y el departamento de comunicación. El primero conoce bien las necesidades de cada proyecto, y el segundo sabe cómo representarlas a través de estrategias visuales.

Hace ya unos años que dais clase en la Universidad La Salle con la responsabilidad de enseñar y formar a los arquitectos del mañana. ¿Cuáles creéis que serán los retos para estas nuevas generaciones formadas en un contexto global cada vez más cambiante e inestable?

Sin duda, que entiendan que la formación de la arquitectura va más allá de la definición (mejor o peor) de un edificio. Es una manera de afrontar problemáticas, siempre en nuevos contextos, que hasta el momento no habían conocido. Se trata de entrenar la mente para que sea suficientemente ágil para entender que una crisis es una oportunidad para mejorar las cosas, por muy incoherente que suene. En este caso, el cambio climático es sin duda el principal reto que tienen por delante y encontrar una solución de forma conjunta e inmediata.

Mesura by HIC Stories con Slowkind ha sido posible gracias a la colaboración de Cosentino City Barcelona.