Hans Kollhoff Mainplaza, 1996-2002

La geometría del contorno octogonal de la torre de 24 pisos y 90 metros de altura permite un amplio espectro morfológico de diseños de apartamentos inusuales que, por así decirlo, están alineados centrífugamente con el horizonte de la ciudad. Se divide en pedestal, eje y corona: el cuerpo del edificio crece a partir del pie de 5 pisos, cuyo despliegue se desarrolla a partir de la geometría del octágono.
Solo en el área de la escalera se rompe la simetría axial por la formación de una “columna vertebral” para orientar el cuerpo sin dirección, apenas de manera notable. Mientras que la planta baja, con su generoso acristalamiento, se enfrenta al espacio público, las aberturas de la fachada y las proporciones de las ventanas en los pisos superiores reflejan la privacidad y la individualidad de sus áreas de uso.
La fachada de clínker, que siempre está delicadamente estructurada hacia la corona, apoya la verticalidad del edificio, en particular a través de la formación de tiras y pilastras. Elementos constructivos como columnas, parapetos, losas de techo, voladizos y viguetas se ingresan a la piel exterior del edificio y crean un relieve de fachada que, apoyado por un juego de luces y sombras, divide la masa del edificio.
La carcasa del edificio está diseñada como una fachada de clinker suspendida. Los alféizares de las ventanas y las cubiertas de balaustradas se ejecutan en una piedra arenisca gris-verde.