Sankt Petri es un proyecto impensable sin entender cómo fue construido. Lewerentz pasaba largos periodos, cuando la salud se lo permitía, en la propia obra, decidiendo qué ladrillo iba dónde, y cómo había que colocarlo. Y esto se nota. La aparente sencillez inicial queda rápidamente sobrepasada por un cuidado por cada detalle, por cada ladrillo,… y especialmente por cada junta de mortero, la principal protagonista de todo el edificio.
Todo en este proyecto tiene interés, desde la estructura metálica de la nave, al sonido de la gota cuando cae en la pila baptismal, desde la aparente sencillez de las griferías de los baños, a la colocación sobrepuesta al muro de las puertas interiores, o desde la posición de las ventanas en la fachada al parque, hasta la profundidad de los lucernarios interiores.
Una obra maestra, que merece más de una visita! Si es posible, recomendamos pasar la noche en Klippan, para poder disfrutar de esta joya a diferentes horas del día y digerirla con lentitud.
3 Comments
amazing – one of my favorite buildings!
Un edificio maravilloso!! (aunque San Marcos también es estupendo)
Increíble !!! Un gran legado !!! Felicitaciones.