El proyecto trabaja la reconstrucción de todo el convento, excepto una pequeña parte adherida a la iglesia y a la sacristía. La irregularidad geométrica del solar, la necesidad de construir en continuidad a la arquitectura preexistente y el respeto al contexto, determinan la compleja implantación planimétrica y volumétrica. El esquema es el de una planta cuadrada alineada con la Via Farini, en contacto con el edificio existente adosado al absis de la iglesia para después desarrollar una planta dentro del solar que define un claustro interno, sutura las áreas disponibles a los márgenes de la torre definiendo las conexiones necesarias con las edificaciones existentes.
La sintonía entre la nueva arquitectura, la preexistencia y la ciudad reside especialmente en la aproximación urbana de los primeros esquemas que sin perder de vista el uso del edificio, implanta en la tipología de torre para dar una correcta colocación a la residencia de estudiantes introduciendo en el contexto con este volumen un elemento característico e todo el complejo con una estrecha relación urbana con el campanario.
El aspecto masivo de la torre, como en otras obras precedentes, queda mitigado por la utilización de una pieza cerámica de forma hexagonal y por la utilización de llenos y vacíos construidos con una celosía cerámica para proteger los balcones. En el interior de los balcones el color blanco contrasta con el color de la cerámica hexagonal de gres, produciendo efectos de profundidad en una fachada que de otra manera sería plana y simple.
El acceso principal al convento se sitúa al pie de la torre, en el espacio libre resultante entre la torre y el edificio adosado a la iglesia, paralelo a la Via Farini. Desde aquí se accede al patio ocupado por una rampa circular, necesaria para llegar al garaje soterrado.
Alrededor del espacio vacío central se encuentran las celdas de los religiosos con un amplio pórtico de pilastras y arcos.
2 Comments
Brutal
Diría que se os ha colado una foto de las viviendas en via Andrea Massena…