La ubicación entre la sierra de Collserola y los barrios de Montbau y Sant Genís, proporcionan la posibilidad de desarrollar propuestas para un proyecto de viviendas, con el objetivo de interactuar directamente con la infraestructura ecológica.
Desde sus inicios, se empieza a plantear el espacio en sección, dando así mucha importancia a la topografía y las características que el lugar pide al proyecto. La estrategia principal se basa en el camuflaje entorno a la naturaleza. Por este motivo, se trata de una geometría lineal que se integra enterrándose y se repite en diferentes niveles cada 5 metros de altura. De esta manera, se consigue una única fachada vista en alzado y proporciona las vistas de Barcelona para cada habitante.
En esta intervención, se abren unos patios puntuales para garantizar la ventilación y la entrada de la luz. La forma viene determinada por la capacidad estructural de contención de tierras. El interior, en cambio, se establece con dos muros que sujetan la bóveda de cañón. El uso del patio, remarca la transparencia del verde desde el exterior de las viviendas, manteniendo en contacto la naturaleza y las estancias interiores.
La transcendencia de la naturaleza en el proyecto, implica la intervención mínima en el exterior, ofreciendo la posibilidad proporcionar el máximo contacto con la tierra. Solo se proyectan unos pequeños muros que separan las viviendas unas de las otras, generando un espacio destinado a los huertos.
La realización del ejercicio nos ha permitido estudiar la capacidad de producir interacciones micro-climáticas entre la intemperie, las atmosferas interiores, el cuerpo humano, la flora y la fauna. Consiguiendo así espacios que, a largo plazo, puedan mantener una multiplicidad de usos respetando siempre la relación directa con el entorno.