El tiempo geológico es algo que me interesa en especial. Es «la prueba del nueve» para nosotros.
Hagan el ejercicio de imaginarse su obra, la que sea, en la época de los romanos. En el siglo IV AC. Una casa, una película, una canción o un libro. Después piensen en esa misma obra en el siglo XXI. Si funcionan ambas situaciones, estamos ante algo importante. Enhorabuena.
El hombre deja huella a su paso. La huella ecológica, pero eso no esnecesariamente malo, al contrario, todo depende del tipo de huella.
En Chile tienen una expresión perfecta para hablar de lo importante. Ellos hablan de lo que la marea dejó.
En Galicia somos más arcaicos y hablamos de todo lo que es capaz de resistir al paso de un incendio. Suele permanecer lo importante.
Voy terminando,y robo de nuevo una cita que Félix Solaguren-Beascoa me envió y que a su vez rescató del libro Recreations mathematiques et physiques de Jacques Ozanam en su edición de 1778. Cita que este último recicló de la introducción del libro sexto de Marco Lucio Vitruvio Polion Los diez libros de arquitectura, para ilustrar que el hombre se tranquiliza al hacer uso de su propio pasado para construir su futuro:
“Aristipo, discípulo de Sócrates, víctima de un naufragio, fue arrojado a las costas de la isla de Rodas y, al advertir unas figuras geométricas dibujadas en la arena, cuentan que gritó a sus compañeros: Tengamos confianza, pues observo huellas humanas”.