El arquitecto chileno Smiljan Radic resultó ganador del concurso para el nuevo “Teatro Regional del Bío Bío” realizado en el año 2011. El concurso fue convocado por el Consejo de la Cultura, organismo que a través de su área de arquitectura ha estado preocupado de fomentar la arquitectura en los concursos públicos, junto al Gobierno Regional. El concurso tuvo una amplia convocatoria, presentándose 28 propuestas (que se ajustaban a las bases) de arquitectos chilenos y extranjeros.
La propuesta de Radic apuntó a espacios flexibles orientados a diversas actividades, basándose además en el concepto de una “sala polivalente” que permitiera la presentación de las artes escénicas, junto a otras más. Visualmente es un volumen de proporciones neutras acristalado de 8 niveles que libera la primera planta al espacio público, al igual como lo propusiera para su diseño para el Barrio Cívico en la misma ciudad de Concepción.
Smiljan Radic, autor de la obra arquitectónica explicó que “la estructura es bastante básica, presenta una dificultad constructiva que debería ser muy bien terminado. Es un diseño muy austero, que estará bien edificado. Esa es su condición principal”.
Emplazado en la ribera del río que da nombre a la región, tendrá una sala principal con capacidad para 1.200 espectadores y una sala de cámara para 250 personas. De esta forma, el Teatro Regional del Biobío contará con una infraestructura vanguardista que permitirá la realización de montajes teatrales, espectáculos de danza y conciertos de música de primer nivel.
“Mis embalajes eran un intento de “barruntar” la naturaleza del objeto. Escondiéndolo, envolviéndolo. Fue en el año 1962.”
Tadeusz Kantor, Director TeatroCricot 2, 1944-1986.
Nuestro Teatro es el esqueleto posible de un teatro embalado. -Un embalaje para la ficción-.
En su interior el espectador se moverá/trepará sobre una gran retícula que majaderamente aparece midiendo/ocupando cada uno de los rincones.
Es en las salas donde ella pierde saturación y da el aire necesario para la representación. Toda esta parafernalia en torno a las salas -entendidas como campos abiertos en medio de esta trama- es simplemente un andamiaje, como si fuera la parte trasera de una escenografía -el soporte de rango inferior que habitualmente se esconde y no vemos-.
(Martin PurYear, CFAO, 2000)
De esta manera, el espectador no debe esperar cruzar el foyer y abrir la oscuridad de la sala para abrir el teatro, el misterio del teatro aparece antes de entrar. Basta con que el paseante/espectador vea el manto que cae sobre el edificio velándolo, para presentir o “barruntar” –como dice Kantor- que dentro algo se esconde o, para al menos creer por un momento que circular por su interior irá de la mano con un proceso experimental.
(Tadeusz Kantor, Bio-objeto, La máquina funeraria, 1961)
El actor tiene a su disposición un aire flexible. Las salas se desprenden de sus formas clásicas, focalizadas y estructuralmente restrictivas, para adquirir dimensiones contemporáneas las que con algunos instrumentos mecánicos básicos solucionan las calidades técnicas óptimas requeridas y a su vez permiten la polivalencia del lugar.
Creemos que la arquitectura y el arte público deben proveer un porvenir seguro y al mismo tiempo extrañante/inusitado a sus ciudadanos, no puede conformarse en ser un memorial de sus logros. Creemos que el contexto de un edificio son los alrededores aludidos por él. De esta manera siempre que miramos un edificio nos vemos obligados a ampliar el concepto de realidad al terreno físicamente volátil de la memoria.
El contexto que nos interesa es la memoria de un territorio abstracto específico. Por ejemplo, la realidad de las grandes estructuras industriales que funcionan como hitos de referencia arquitectónica en un paisaje como la ribera de un río, sin las cuales resultaría desolado e intrascendente. Pensamos que justamente contra este desamparo dimensional luchan las esculturas dispersas en el Parque Ribera Norte donde se situará el teatro, y que en cambio es la extensión llana y a ras de agua del Puente Viejo, la que mide de manera justa el lugar y le da una escala regional adecuada, sin caer en los sobresaltos de los nuevos puentes. Por otro lado, suponemos que al igual que las torres de enfriamiento, fotografiadas por Bernd and Hilla Becker en 1973, (Bernd and Hilla Becker, torres de enfriamiento, 1973) la escala imprecisa del edificio dada por la abstracción funcional de su forma (embalaje) es una manera de manejar este desamparo.
El edificio se integra al lugar como un gran Embalaje Captador de Energía, gracias a su envolvente una membrana de PTFE (polytetrafluorethylene). Esta característica del edificio se aprovechará en los sistemas de climatización, mediante equipos de recuperación de calor para disminuir los consumos durante el período de invierno. En el verano o en tiempos de alta radiación el edificio estará equipado con un sistema de troneras superiores de apertura automática en todo su perímetro y una tronera central en su cubierta, las cuales liberarán el exceso de energía acumulada.
La implementación de esta envolvente coopera térmicamente con el edificio, disminuyendo las pérdidas y ganancias de calor, lo cual aparece óptimo en zonas frías (temperatura local 5oC, humedad 85% y vientos predominantes 18km/hr promedio). Debido a la gran cantidad de medios acuíferos subterráneos en la zona, el sistema de climatización aprovechara este elemento para la condensación de su unidad generadora polivalente de climatización, la que ocupará el agua para la condensación, para luego devolverla a la napa nuevamente. El ocupar agua de las napas subterráneas, asegura un ahorro de energía de hasta un 45%, comparativamente con los sistemas tradicionales
Parar evitar el exceso de operación de las bombas de succión e inyección a la napa, se proyectarán estanques de agua para acumulación y mezcla energética. La potencia de climatización será a distribuida a las manejadoras de aire y fan-coils en los diferentes recintos del edificio, según características de operación. Es importante destacar que el edificio tiene zonas sin ocupación durante largos periodos de tiempo, por esa razón la baja inercia de la construcción (gracias a la envolvente de PTFE), permite recuperar las temperaturas de confort en poco tiempo. Para las zonas de tránsito como los foyer de las salas que tienen periodos de ocupación limitados y cortos en el tiempo, se ha dispuesto que queden relacionados directamente con la membrana, sin otra aislación como sucede para todos los otros recintos. De esta manera los sistemas de climatización consideran operar en estos lugares con temperaturas de transición, es decir, diferentes a la del exterior y del interior (salas), lo que permite por un lado un ahorro energético importante y por otro evitar los choques térmicos en los usuarios.