Deshacer el límite para recrear un conjunto entre la ciudad y la naturaleza. ¿Cómo cohabitar en un espacio? Partiendo de esta pregunta y del lugar al cual tenía que estar unido, era importante, más allá de construir una comunidad en el seno del edificio, que se incorporase a este y que aportase su huella al existente.
La problemática del lugar es la falta de conexión entre el barrio de Safaretjos y el parque fluvial del río Besos. Por esto, el proyecto se basa sobre la redefinición de los límites al borde del río. Así pues, el muro existente se destruye para crear un terreno en terraza y construir a lo largo del límite para permitir así la circulación vertical.
En nuestro proyecto, el limite (los muros) no es un elemento que delimita sino que unifica. La forma del muro también se replantea en la reconstrucción para responder mejor a su función. La tierra está contenida por los muros en forma de arcos para optimizar el esfuerzo de la estructura en compresión. El conjunto está diseñado con tubos de hormigón prefabricados de 2 metros de diámetro. De hecho, hacen recordar a las viejas cloacas que se usaban para canalizar el agua de la ciudad de Barcelona y del Río Besos. Efectivamente, el uso de estas viejas cloacas podrían ser utilizadas para construir el conjunto.
Los interiores de los tubos son estanques de recogida de agua, huertos urbanos o de compost. Los espacios creados por estos nuevos muros se convierten en lugares de encuentro, paseos, parques, zonas deportivas, etc… Los extremos de los arcos son el punto de esfuerzo estructural más fuerte. Por eso, las escaleras están situadas en este extremo para contener los arcos y que sirvan para la circulación vertical publica en los jardines.
En la parte superior de cada arco, los tubos se extienden para convertirse en la estructura de soporte del edificio. Este mismo se crea por la intersección de la verticalidad de los tubos y la horizontalidad de las losas de hormigón. En el nivel del jardín, los pórticos dan permeabilidad al edificio y permiten la libre circulación en todo el terreno. La circulación vertical dentro del edificio y todos los servicios de las viviendas están integrados en el interior de los tubos.
La galería, abierta en toda su longitud, sirve de circulación horizontal del edificio y conduce al punto sur, donde se encuentran los espacios compartidos mas importantes, la cocina, la chimenea, y el corazón de la casa. A lo largo de las estaciones del año, este espacio se modifica y cobra vida extendiéndose a lo largo del edificio a través de la galería. Esta es una prolongación de las unidades hacia el exterior, convirtiéndose más en un espacio de vida que en una simple circulación. Los tubos de hormigón del edificio crean esta intimidad mediante la subdivisión del espacio de la galería.
El estrecho edificio está pensado en su longitud para ofrecer apartamentos pasantes con gran luminosidad y buena circulación del aire. Los tubos de hormigón permiten una división de las unidades en los espacios privados. Entre ellos, la estructura de madera es una rejilla de 3,2 x 3,2 metros que divide el espacio. Las unidades están diseñadas en dos plantas. Se trata de dúplex con grandes dobles alturas en los espacios compartidos para una mayor privacidad. Las escaleras en los tubos sirven para la circulación interna de cada unidad. Los servicios se colocan en los tubos dejando la planta entre los elementos de hormigón totalmente libre y flexible.
Para concluir, esta nueva comunidad abierta al exterior, sería posible sobre la base de esta estructura arquitectónica uniforme. Por lo tanto, podría crear una singularidad entre el interior y el exterior, así como entre lo inexistente y lo existente.