La obra de MBM (Martorell, Bohigas, Mackay) es ampliamente conocida. Pero a veces, dentro de la amplia trayectoria de un estudio tan longevo como éste, aparecen algunas obras que por su modestia y carácter no han sido publicadas y han pasado casi desapercibidas. Éste es el caso de esta pequeña joya, una sencilla iglesia construida con materiales tradicionales (cerámica, madera) que por su morfologia (baja altura, cubierta a dos aguas) se convierte en una pieza insólita en el entorno urbano en la que se inscribe.
Tenemos la impresión de que la actitud de este proyecto enlaza muy bien con el momento actual. Un realismo basado en materiales cercanos y naturales, que buscan un cierto confort del usuario. Ejecutado con técnicas tradicionales con una cierta sofisticación expresiva (magnífica la estructura y la vista interior de la cubierta), con un gran cuidado y precisión en su encaje en la ciudad (los dos muros que organizan el acceso, el círculo de cipreses) y expresando un gran respeto por la ciudad y sus habitantes. Una obra que es silenciosa, pero que a la vez contiene una gran potencia conceptual y formal.
Nos ha parecido interesante recuperarla, y para ello hemos pedido a uno de nuestros colaboradores (Joan Massagué) que la visitara y la fotografiara en su estado actual que por lo que vereis es impecable. Las fotos recientes contrastan con las realizadas en la época y en blanco y negro por Eugeni Bofill. Es precisamente esa distancia entre los dos momentos en los que se fotografía la obra la que marca su calidad arquitectónica. La obra se proyectó en 1957, se construyó en 1968 y se fotografía ahora, en 2012, casi 50 años más tarde. Y sigue viva….
Memoria del proyecto:
Iglesia anexa a un conjunto parroquial ya existente, situado en una trama urbanística uniforme de manzanas cerradas. La preocupación principal fue la de ubicar adecuadamente el edificio para que quedara integrado a su entorno pero, a la vez, significado como elemento de carácter público. Se interrumpió la edificación continua y la iglesia se retiró de las alineaciones para dejar un pequeño patio de entrada, que la articulaba con los bloques residenciales vecinos y con las dependencias parroquiales ya existentes.
El interior es un espacio nítido y fácilmente legible, sin teatralidades ni especificaciones funcionales, con una estructura de cerchas de madera como único elemento característico, que conserva algunas reminiscencias de tipologías eclesiales, a la vez que se expresa según las formas tradicionales de las naves industriales más simples.
11 Comments
Todos los edificios de culto tienen algo especial controversia incluida, y a muchos,no íbamos a ser menos nosotros los arquitectos, nos es difícil abstraernos de ello y valorarlos en su simple medida. Los no creyentes tal vez busquen enumerar las desventajas que en la actualidad puede suponer una construcción de hace más de medio siglo, y los creyentes tal vez nos excedamos un poco en la valoración. Sin duda yo seré de estos últimos, además he de confesar mi pasión por la madera, por tanto me parece una construcción preciosa, sin grandes ostentaciones en cuanto a materiales de la época y con una cubierta espectacular, en cuanto a material, diseño y montaje. Mi enhorabuena a Sep por haber podido disfrutar de tan magnífico lugar durante su infancia pues yo no sé a él pero a mí edificios como este me hicieron amar mi actual profesión.
Me encanta descubrir obras “pequeñas” y “desconocidas” en este blog o en otros. Alguien decía que los arquitectos deberíamos aprender a mirar, independientemente del nombre del arquitecto que hay detrás (se lo atribuyen a Kahn). Eso sería fundamental, desprender de la obra arquitectónica la mitología del nombre del arquitecto, que ella hablara sola (aunque otras veces nos es interesante conocer las obras por el arquitecto que las hizo, para entender la evolución
del pensamiento y ejecución de obras del mismo…). Os dejo otra gran frase, dicha por Francisco Javier Sáenz de Oíza, como profesor (no es literal, pero dice algo así): “Toda escuela de arquitectura debería contar con un autobús a la entrada de la misma, que estuviera al servicio
de los estudiantes, para poder ir a visitar las obras de arquitectura, es decir, para que las pudieran ver de primera mano” Pues eso, fundamental en arquitectura es experimentar, cuando se puede el edificio,más allá de planos, fotos, etc…Un saludo!
Un proyecto impecable. Impregnado de honestidad constructiva y sensatez espacial, con un halo de la mejor arquitectura nórdica (…incluso quiero apreciar alguna cita culta a Lewerentz y/o a la capilla de los Siren en Otaniemi). Qué sana envidia da esa arquitectura…
Me recuerda mucho al proyecto de Enric Comas de Mendoza (sj) para la Iglesia del Noviciado de los jesuitas del Col·legi Claver (Raïmat, Lleida), de 1961…una obra maestra y muy pooco conocida.
Cuadernos de Arquitectura 45, 3er trimestre de 1961 (http://www.raco.cat/index.php/CuadernosArquitectura/article/view/109602/170656)
Registro DOCOMOMO Ibérico (http://www.docomomoiberico.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=850:iglesia-del-noviciado-de-la-compania-de-jesus&Itemid=11&vista=1&lang=en)
El que suscribe fue bautizado en esta Parroquia en 1960, me gustaria saber si ese dato es correcto puesto que segun se comenta en el interesante articulo, el lugar no fue inaugurado hasta 1968, por tanto se supone que en periodo de construccion esta Parroquia estaria operativa a todos los efectos, y si esa pila bautismal fotografiada es la original, a modo de curiosidad.
Un millon de gracias de antemano, y encantado de poder ver esta informacion
antes de hablar se debe mirar, tan solo aprender a mirar. Mirar es la gran asignatura pendiente que les falta al 97% de los arquitectos.
kahn decía que lo que les aconsejaba a sus alumnos era que mirasen libros de arquitectura y que, sobre todo, no mirasen ni el nombre ni de que trataba el edificio… es bonito pensar en aquello que comparten una iglesia y una vivienda de protección oficial, pero quizás sea un romántico.
Oye, ¿y esto qué tiene de relevante para el momento actual? Por más “austera” que sea (desde un punto de vista totalmente formalista, porque un edificio así no es ni barato ni simple, y de paso hay que preguntarse si hacer edificios baratos y “honestos” es lo que hace falta contra factores políticos y económicos que poco tienen que ver con la geometría y los sistemas constructivos, y menos aún con el “comfort”), esto es 1) una iglesia, 2) un proyecto de un despacho organizado de la forma tradicional, 3) un encargo de un tipo que ya no se hace en absoluto, 4) una parte de una trama urbana que hoy no se construiría, 5) un producto de un relajamiento o inexistencia de regulaciones urbanísticas que hoy no se daría, 6) un proyecto que sigue una lógica de materiales que bajo la normativa actual llevaría a chapuzas constructivamente deshonestas…
En fin, allá vosotros y vuestro formalismo.
L’arquitectura no té res a veure amb l’honestedat . Sí que té a veure amb la veritat.
En esta impresionante construcción pasé durante mi niñez y mi adolescencia largas horas. Acompañado de mis padres pasabamos 3/4 de hora cada sabado “a misa de vuit”, vigília del domingo siguiente. También vestido de “marinerito” hice mi primera comunión. Todo de blanco, impecable, imboluto. Eran otros tiempos. Sentado en esos mismos bancos en la fila 5 en su parte izquierda, mirando hacia el altar, quedaba exhausto mirando a uno y a otro lado, hacia arriba y hacia abajo. Una construcción aústera, sincera, mostrando sus materiales sin ningun tipo de pudor. Un lugar sagrado, un gran almacén, sin marcas ni insignias, sin figuras aparentes, sin estatuas, desnudo, tan solo un cristo levitando, descendiendo del cielo, mientras tanto el párroco cantaba: “… el senyor a fet en mí mereve.. e.. lles, sant el seu nom …”
Hay un espectro en la imagen num13!! El proyecto es una maravilla.