GNWA Piscine à Romont

La parcela del concurso se encuentra en una situación estratégica entre la escuela existente y la sala de deportes y espectáculos. El solar presenta una pendiente homogénea hacia el sur que ofrece una vista excepcional sobre los prealpes suizos.

La implantación del volumen respeta las características del lugar y permite mejorar la conexión entre las diferentes piezas del entorno, reforzando así la idea de campus lineal a lo largo de la calle. El nuevo edificio se inserta próximo a la escuela, creando una nueva conexión peatonal entre los dos edificios y enlazándolo con la sala de deportes y espectáculos.

La forma cuadrada y compacta en planta aprovecha al máximo la orientación sur-oeste y favorece las vistas sobre el paisaje y el castillo de Romont, al mismo tiempo que permite liberar espacio exterior destinado al jardín.

Su posición en el terreno genera dos niveles de referencia: el nivel inferior del jardín y otro a nivel de la calle, sobre la cual se dispone el programa de las piscinas, disfrutando así de una posición privilegiada sobre el terreno.

El edificio se compone de tres elementos: el zócalo en contacto con el terreno destinado el programa técnico, un “plan libre” compuesto por pilares y dinteles de hormigón con los programas públicos y la zona de aguas; por último, el nivel superior, caracterizado por una trama de muros de hormigón que acogen el programa del conservatorio, el spa y el programa deportivo.

El concepto estructural ayuda a generar el proyecto y la distribución de todas las piezas del programa, creando dos ambientes diferenciados y contrapuestos. La planta baja se concibe como un espacio fluido entre las diferentes zonas. Todas las partes del programa se distribuyen alrededor de un núcleo de servicios, lo cual permite liberar la fachada.

Cada piscina se encuentra delimitada mediante los dinteles que se apoyan en los pilares de esquina, lo que ayuda a definir zonas con diferentes alturas y ambientes dentro del gran espacio común. Este ejercicio estructural permite una gran transparencia en la fachada favoreciendo las vistas al exterior, así como una gran fluidez espacial en el interior.

Para liberar las grandes luces en la planta baja, el piso superior está constituido por muros de hormigón entrelazados, creando una trama, que a su vez confiere un ambiente mucho más hermético e introvertido al resto del programa situado en el nivel superior.

Así como la fachada en planta baja se presenta totalmente transparente, en el piso superior se trabaja con “fenêtres en longueur” que enmarcan el paisaje puntualmente y permiten controlar la entrada de luz al interior.

Los protagonistas principales del proyecto son las vistas y la luz cenital. Tres zonas son concebidas con dobles espacios, dos piscinas y el foyer. Sobre los muros de hormigón que los conforman, se apoyan unas grandes estructuras de madera que permiten la entrada de luz cenital. Estos elementos, además de cubrir las luces de los espacios, tienen la función de albergar las instalaciones en su interior y, por su forma y revestimiento, favorecen la acústica del espacio.

Los materiales escogidos para el proyecto refuerzan el concepto estructural y al mismo tiempo otorgan especificidad a cada parte del programa. De este modo, se emplea el hormigón visto para pilares, dinteles y muros y la madera para los forjados y lucernarios. Los dos materiales estructurales se yuxtaponen a revestimientos más refinados y suntuosos como el acero inoxidable pulido, el terciopelo o el mosaico.
La fachada es tratada como una envolvente abstracta que se presenta como una reducción máxima del concepto arquitectónico. De este modo, el acero galvanizado, también presente el interior, conforma el zócalo y el piso superior, mientras que la planta baja se presenta totalmente transparente.