Viviendas situadas en una esquina entre las calles Calatrava y Rosario, cuando se encuentran con Vía Augusta, que es desde donde se puede apreciar mejor el conjunto. Conjunto de dos torres unidas por un núcleo de comunicaciones verticales. Las dos torres están giradas entre sí y tienen una sola vivienda por rellano cada una, con una distribución distinta en función de la orientación y de la posición relativa del núcleo de comunicaciones verticales.
En ambos casos, las viviendas están distribuidas alrededor de un pequeño pasillo central, de tal modo que todas las dependencias dan al exterior. La estructura es de pilares y jácenas metálicas vistas, que por la parte interior están protegidas contra incendios. El cerramiento exterior es de ladrillo visto, enrasado con la estructura metálica, como en la arquitectura americana de Mies van der Rohe en el campus del IIT.
Sobre este volumen se recortan una serie de terrazas hacia dentro, que permiten llevar las ventanas a un segundo plano. Como las terrazas no van de pilar a pilar, los machones del muro de ladrillo tienen dimensiones desiguales en relación con los pilares, y parece que estén desplazados, como si estuvieran en movimiento. Este desplazamiento genera un efecto de contrapunto que ayuda expresar el carácter de cerramiento y de ligereza del muro.
La estructura y las barandillas metálicas están pintadas de color gris azulado; los cantos de los forjados quedan vistos por encima de las jácenas y están pintados de blanco; y las carpinterías y persianas enrollables son de madera barnizada. La planta baja está ocupada por locales comerciales.
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Un edificio magnífico que resuelve la esquina de la manzana del Ensanche de un modo que me sorprende que no haya cundido. Se evitan los patios de luces, todas las piezas exteriores…y una arquitectura clara que aprovecha el poder expresivo de los materiales sin “esconder” nada. Un ejemplo.