Se trata de una vivienda nueva, reformada 10 años atrás, que nunca fue habitada. Los nuevos habitantes, una pareja, lo querían reformar parcialmente para cambiarle la escala, hacerla más acogedora, pues se les hacía demasiado grande.
La reforma consiste en la transformación de los espacios de circulación, los que estructuran los recorridos por el corazón de la vivienda. El resto, se dejó igual que estaba. Una sucesión de 4 vestíbulos de madera, con paredes gruesas para contener almacenaje y vitrinas para pequeños objetos, comunicados por pasillos bajos y estrechos. Sístole y diástole. Cara vestíbulo está relacionado con un tipo de uso: el primero con el acceso y los espacios de servicio (lavandería, armario-trastero); el segundo, con la cocina; el tercero, con la zona de día (salón-comedor y baño); el último, con los dormitorios.
La vivienda goza de una enorme terraza, excesivamente grande, que se coloniza mediante una tarima enmarcada por una estructura de madera para un toldo, que genera un espacio exterior propio, contenido y acogedor.