El Centro Arvo Pärt ha sido proyectado como un lugar para la concentración y el estudio, un espacio concebido con el fin de mantener vivo el legado creativo del gran compositor estonio.
Situado en un paisaje de gran belleza, en medio de un denso bosque de pinos de gran altura, el proyecto se origina a partir de un patrón geométrico formado por patios pentagonales.
Las variaciones de tamaño y posición de los mismos generan secuencias espaciales que configuran las diferentes áreas del programa.
El espacio interior está estructurado en torno a un muro – frontera en cuyo espesor se albergan gran parte de las instalaciones, además de servir como elemento divisor entre áreas públicas y privadas del edificio.
En el exterior, un único elemento protagoniza la propuesta arquitectónica: una gran cubierta concebida como una plataforma plegada para adaptarse a las diferentes alturas requeridas en el interior.
Las fachadas son tratadas como un filtro definido por series de delgadas columnas circulares que conforman la estructura portante de la cubierta.
La mayor o menor densidad en la disposición de los pilares permite alternar áreas de gran transparencia con otras más protegidas de la luz natural.
Una esbelta torre helicoidal de observación y una pequeña capilla inserta en uno de los patios, completan un proyecto en el que música, paisaje y arquitectura entran en resonancia.