Nos interesan los procesos de cambios formales en el diseño industrial determinados por las nuevas posibilidades en os avances tecnológicos. Y cómo estos cambios marcan una época, enlazados con cambios sociales y culturales.
Ante el reto de diseñar un elemento de mobiliario urbano con Slim-concrete (UHPC), nos hicimos las reflexiones siguientes: Cómo debería ser un elemento de mobiliario adaptado a la sensibilidad contemporánea? Qué define esta contemporaneidad? Qué posibilidades nos da el comportamiento de este nuevo material? Cómo generar una forma coherente con su comportamiento estructural y su proceso de fabricación?
En la actualidad se detecta un gusto ampliamente compartido por la sencillez. Por el disfrute del momento y de la vida de forma directa, sin artificios y lejos de la sofisticación de años atrás.
Hay un cierto “revival” de los objetos que asociamos a la despreocupación de los veranos de la infancia. La naturaleza no “controlada” como escenario, las bombillas de verbena, el vestuario “casual”, pretendidamente no diseñado, etc… En el diseño industrial, impera una cierta desnudez, formas directas y de elaboración simple.
Las arquitecturas textiles se han asociado históricamente a la ligereza y a la necesidad de cubrir grandes espacios mediante membranas tensionadas con gruesos y pesos mínimos, imposibles de conseguir con ningún otro material. En el campo del mobiliario, el textil se ha utilizado en el mismo sentido (membranas tensionadas) o en el contrario, en forma de telas flácidas (curvas funiculares sometidas a la gravedad) capaces de adaptarse al cuerpo humano. Por otro lado, la producción en serie del mobiliario textil ya forma parte de la memoria colectiva vinculada a situaciones de ocio o descanso. Ya sean taburetes, sillas, gandulas o hamacas, el concepto se repite: telas colgadas de estructuras ligeras, metálicas o de plástico, a veces plegables, siendo estructura y membrana completamente independientes.
En la silla Nantes se asocian las características del comportamiento de este material (el textil) y las formes que genera a lo que el Slim-concrete implica en el campo del mobiliario urbano. Una membrana en tensión, resuelta con el mínimo espesor posible y encajada en una estructura metálica independiente y autoestable.