El proyecto incluye la rehabilitación del espacio público existente del parque de Joan Oliver y de dos zonas anexas, para mejorar su integración en el municipio. La reforma del parque está formada por una explanada central y dos laderas, dotadas de un importante pinar existente que resulta de la adaptación de la topografía propia del lugar.
Las dos laderas siguen la estructura del parque actual, lo que permite minimizar el impacto de la intervención, asegurar la máxima compatibilidad con las preexistencias y potenciar las cualidades inherentes del lugar. La primera ladera dispone de una pendiente moderada y ha sido diseñada como una zona de descanso en la que se planta césped, se mejoran las condiciones del arbolado existente y se pavimentan dos grandes recorridos peatonales, con pendientes adaptadas, para asegurar el mantenimiento de las zonas verdes. En la segunda vertiente, en el lado opuesto y con mayor pendiente, se proponen unos pasos rodeados de plantes arbustivas altas que recogen visualmente el espacio central del parque. Mediante diferentes rampas, escaleras rampa y escaleras se consigue dar la accesibilidad necesaria al parque. La explanada central es una gran superficie plana de arena en la que se mantiene el nivel original para no alterar la cota de los pinos existentes, mejorando el problemático drenaje mediante un sistema de captación superficial filtrante, además de un sistema de retención e infiltración de agua subterránea que permite mejorar el autoconsumo del parque y evitar la conexión al alcantarillado general. La gran explanada central representa un espacio multifuncional que permite tanto el paso de las personas como la permanencia bajo la sombra de los árboles, los diversos juegos de los niños o la posibilidad de organizar espectáculos colectivos para toda la ciudad.
En cuanto a los materiales, se han priorizado al máximo las zonas filtrantes, como las arenosas o las zonas con vegetación, como las arbustivas, el césped o el arbolado. Las zonas pavimentadas aparecen tan solo en aquellos pasos necesarios cuya pendiente requiere un acabado duradero en el tiempo. Todos los hormigones, tanto para los pavimentos como para los bancos, son de color negro, chorreados y con un árido seleccionado también de color negro. El muro de contención es de gaviones con árido también negro. Dada la condición de rehabilitación del proyecto, se han intentado mantener y mejorar algunos de los elementos preexistentes, como la pérgola, a la cual se han añadido un acabado de lamas de madera y una iluminación.
