El proyecto corresponde a la división del piso original de 200m2 en dos unidades, una de 60m2 como despacho y una vivienda dúplex de 140m2.
Tras derribar los muros y los falsos techos de la distribución anterior tan sólo queda el perímetro del edificio y la generosa luz que ofrece esta sexta planta, estos dos elementos son los que definirán la intervención.
El proyecto nace al reconocer la geometría quebrada de este perímetro. Se observa cada rincón y poco a poco tras un largo estudio empiezan a ocuparse. No hacen falta tabiques, colocando las distintas piezas se va caracterizando el espacio. Los muebles de la cocina, una estantería, un sofá de obra, un rincón de lectura, el zaguán de la escalera…. Parece que sólo nombrándolos ya se vaya construyendo el proyecto.
Así esta casa aún siendo una actuación global puede entenderse como la suma de partes, cada una de ellas con su propia materialidad… un baldaquino de hierro pintado para la cocina, un banco de obra de rasilla pintada, la “volta a la catalana” original como techo, un bordillo como primer escalón, baldosas hidráulicas rescatadas como suelos, un baño recubierto de madera…
4 Comments
Enhorabuena. Un gran trabajo.
Desde luego que en áticos así daría gusto vivir. Muy buen resultado. Espacioso e muy bien iluminado. Además, aunque no se vea mucho, parece que también dispone de una gran terraza. Casi nada. Saludos!
Me parece muy sugerente.
Sus detalles y combinación de materiales lo hacen un proyecto muy rico y cálido.