La casa diseñada en el centro histórico de Alcobaça es un registro de la superposición de las épocas: Un edificio pequeño reconstruido para perpetuar la escala común vernácula, y un muro formado minuciosamente para albergar la extensión de tranquilidad. En el edificio existente se crea un vacío gestionando el grosor de los muros periféricos. La falta de espacio se libera recogiendo la luminosidad de un lucernario que otorga un ambiente privado y protegido. Los compartimentos aparecen como adiciones internas, conectados con el exterior a través de ventanas reinterpretadas en las fachadas, pero proponiendo un espacio interno inesperado. La extensión de la casa toma la diferencia entre dos niveles: El nivel de la calle y el jardín que se genera con el río Baca. La forma del muro nuevo define patios que median la contemplación al exterior. Las áreas sociales, trabajan como un continuo espacial que se extendió a través de las dos épocas de la intervención.
Aires Mateus Casa en Alcobaça, Portugal
Photography: Fernando Guerra
Date:
December 10, 2016
6 Comments
lo que dicen, lo que disegnan, lo que miramos es arquitectura pura a lo largo de la moda
Aires mateus en conjunto con Campo baeza creo que estan trabajando muy bien la idea de muros perimetrales que encierran patios y la obra, es una solucion simple que da una espacialidad muy interesante, de bajo costo y que permite proponer operaciones internas con facilidad.
geniales, como siempre! no defraudan
Ejercicio residencial de marcado carácter escultórico. Para algunos podría ser excesivo, personalmente creo que es un gran logro por parte del arquitecto y, como no, por parte del cliente que en su momento encargo el proyecto, llegando a un acuerdo que no siempre permite grados de entendimiento deseables por ambas partes, situación en la cual es difícil que el profesional pueda realizar un trabajo satisfactorio. Este, por suerte, no es el caso.
EXCELENTE TRABAJO. Enhorabuena desde Barcelona.
Un proyecto de una belleza extraordinaria respetando el entorno y realzando la intervención. A parte de este proyecto desconocido para mí, vale la pena visitar Alcobaça y su monasterio, la Abadía de Santa María de Alcobaça, la primera obra gótica erigida en suelo portugués. Su construcción comenzó en 1.178 por los monjes de la Orden del Císter. El monasterio tienen una sonoridad especial.