Rehabilitación y re-programación de uno de los primeros hangares construidos en Cataluña durante la primera mitad del SXX. Se encontraba en estado pre-ruinoso. Construido con el fin de alimentar la actividad aeronáutica emergente en el aeropuerto en la época de la post-guerra civil.
Los primeros aviones privados de Cataluña se guardaban y mantenían dentro de este espacio.
El hangar, con los años se vio apartado de la única pista que existe en el aeropuerto, pues nuevos requerimientos necesitaban de más espacio y edificios con instalaciones adecuadas adaptadas a las nuevas tecnologías aeronáuticas. Hacia finales del siglo XX la aviación comienza a ser una actividad mucho más social, y cada vez menos auditada por el mundo militar. Esto abre las puertas del negocio a mucha gente, quienes hacen crecer bajo un nuevo plan director las instalaciones aeroportuarias. De repente, el hangar se vio olvidado como tal, y pasa a un segundo plano físico. Varias edificaciones fueron levantadas entre la pista de aterrizaje y el hangar. Siendo el primero el edificio del aeroclub de Sabadell-Barcelona, además de una gran explanada que sirve de aparcamiento a los usuarios / visitantes.
Relegado a un almacén de piezas.
Años más tarde esta segunda fila de actividad aeronáutica vuelve a tomar impulso, gracias a las escuelas de vuelo. Los pilotos ya no necesitan formarse militarmente y después de unos pocos años salen preparados civilmente. La proliferación de escuelas de vuelo, con las instalaciones necesarias llenan esta franja, olvidada años antes. Aularios, simuladores de vuelo, zonas de prácticas de emergencias … normalmente encajadas dentro de los llamados barracones, aparecen en los lugares vacíos, no contemplados en los planes directores …
El encargo fue una petición sencilla de lavado de cara, que nos pidió TOP FLY, entonces la escuela de vuelo más grande del Estado. Un nuevo centro de actividades académicas para unos clientes chinos que venían a Cataluña a hacerse aviadores. Propusimos ir un poco más lejos que una pequeña limpieza dermatológica. Básicamente para huir de una tónica que existe en los aeropuertos españoles. En donde las academias de pilotos, terminan en barracones prefabricados, muy parecida a las de las obras. Ninguna concesión a la calidad arquitectónica, tanto en aspectos de confort térmico, acústico y mucho menos de espacio … comunicantes de una imagen comercial de cierta precariedad.
La oportuna visita de políticos Chinos de muy alto nivel se alió con nosotros cuando les presentamos un ‘lavado de cara’ más elegante.
Se planteó un camino que pasaba por la restauración estructural y de cubierta del edificio, y su adaptación como aulario, vaciando de restos no originales aparecidas durante décadas.
Diseñamos una segunda piel paralela a la fachada principal separada 2 m. Un muro cortina de la misma altura del hangar original, que haría de distribuidor-foyer y celebraría la nueva imagen del edificio, reconociendo la preexistencia sin destruirla, sino más bien participando y coexistiendo con ella.
Desde un punto de vista más subjetivo, queríamos conseguir que la nueva fachada, se convirtiera en Sabadell un símbolo de la aviación de finales de siglo, y que hablara de tú a tú con el primer hangar de Cataluña.
La transparencia en la fachada principal, busca los reflejos, mezclar la actividad interior con el exterior como espacio continuo. Incorporar los diferentes colores y texturas del cielo y los mezclarlos en la fachada, mientras poéticamente escribe su propio nombre en el cielo. Haciendo una lectura más cinematográfica del nombre.
3 Comments
Felicidades por la reforma
Proyecto de rehabilitación que busca la transparencia, la sencillez, la autenticidad. Como su diseñador. Felicidades.
Pase muchas horas en ese hangar, y celebro la rehabilitación hecha por ese equipo de profesionales, gracias ha ellos consiguieron que nos sintieran muy cómodos. La distribución del espacio, la luz, la insonorización y la climatización eran perfecta para crear un clima de extraordinario de trabajo.
Felicitaciones!