La visita al castillo de Eltz sorprende por la posición de éste en el fondo de un pequeño valle muy frondoso, contraria a la situación elevada que acostumbran a tener estas fortificaciones. Se trata de un castillo medieval, iniciado en el siglo XII, con adiciones que llegan hasta el siglo XVII y que, curiosamente, ha pertenecido a la misma familia durante más de 800 años.
Para acceder al castillo es obligatorio dejar el coche a unos 2 km de distancia, desde donde se ofrecen dos opciones: subir a un autobús para llegar hasta el castillo, o andar la distancia hasta éste a través de un camino por el bosque. Evidentemente, recomendamos esta segunda opción, no sólo mucho más saludable, sino porque entre otras virtudes, permite descubrir la visión del castillo a lo lejos, de repente, a través del magnífico bosque que lo rodea.
En caso de viajar con niños, y después de tanta arquitectura moderna, éstos agradecerán la visita…