Calafell es uno de esos pueblos de costa que, con el paso del tiempo, han dejado de ser poblaciones de temporada de sol y playa para convertirse en villas con una gran actividad durante todo el año y con un gran número de primeras residencias.
El año 2007 comenzamos un proyecto para agrupar al barrio de “Calafell Playa”, un conjunto de equipamientos para los nuevos residentes que ha ido ganando el pueblo. En esta ordenación inicial, una guardería, un CEIP, un centro cívico y una biblioteca se relacionaban con el mercado para transformar el aparcamiento en superficie existente en un pulmón cívico y social de Calafell. A pesar de la crisis económica, una de estas piezas se ha podido construir y, a día de hoy, podemos pensar que la ordenación inicial aun es posible a la espera de que en una temporada de mejora económica se pueda completar el tejido de equipamientos proyectado.
El nuevo mercado municipal se sitúa justo al lado del antiguo mercado, un mercado ya obsoleto por no poder satisfacer las demandas comerciales de la época actual.
La organización funcional del equipamiento es muy sencilla y obedece al posicionamiento de sus dos grandes inquilinos: los paradistas y el supermercado. Tras largas conversaciones entre las dos partes, se resolvió ubicar la gran superficie comercial en la zona sur del solar (cercana a las vías del tren) y las paradas en la zona norte, vinculadas a una futura plaza que ocupará el lugar del antiguo mercado una vez demolido.
En el centro del edificio y separando a los dos programas, una calle interior permite a los peatones cruzar el mercado de este a oeste, desde el Passeig de la Unió a la futura plaza de equipamientos. Este ámbito central es donde el mercado toma su carácter, singularizado por un gran lucernario longitudinal que configura un espacio de 9 metros de altura y rompiendo la sección continua del edificio.
Este lucernario continuo dota de luz a este espacio central, permite una mejor ventilación durante los meses de verano y toma protagonismo en las fachadas al convertirse en dos grandes marquesinas circulares y dos porches de entrada a cada extremo del eje central.
Por otro lado, la distribución en planta de las paradas y servicios se ha realizado de tal manera que las primeras crujías (de las fachadas este y oeste) incorporen las zonas de instalaciones, servicios y transportes verticales, liberando así los espacios centrales para la zona de ventas. La fachada norte queda preparada para la incorporación de unas paradas exteriores que se relacionen con el futuro espacio libre de la Plaza.
Constructivamente hemos apostado por la utilización de materiales industrializados, sin renunciar a materiales de calidad, como es el caso del prefabricado de hormigón con relieve ondulado que se ha utilizado como zócalo del edificio. Un prefabricado que ha tomado prestada su forma del mismo material que conforma la piel de las salas de venta -una chapa de acero ondulada que ha servido para encofrar para los paneles prefabricados y para dar una imagen unitaria.
2 Comments
El pasaje central es muy claro. Igualar la cota del nuevo mercado a la del viejo, ha sido una decisión que aporta mucho al lugar, faltan fotos desde el paseo. Gracias a mantener la cota del antiguo mercado, el parking queda a medio enterrado. Funciona perfectamente la fusión mercado + Mercadona, los bares del propio están medio llenos los días de cada día (no siendo verano) y ahora que empieza el sol, lo van a estar. Ahora toca acertar con el uso y la rehabilitación del antiguo mercado. Echo de menos algún plano de situación que explique el sistema de rampas para salvar las cotas. Reitero, mejor, imposible.
Un trabajo muy interesante, luminoso, espacioso… Sin duda un mercado a la altura de un gran emplazamiento como es Calafell. Gracias por compartirlo.