Entorno del Mercat del Born
La urbanización de las calles del entorno del antiguo Mercat del Born forma parte de una estrategia de regeneración de un sector de la Ciudad que durante muchos años ha estado estancada por la falta de uso continuado del mercado y la falta de permeabilidad del Parc de la Ciutadella.
El edificio del Mercat, que contiene un inmenso trozo de Ciudad medieval derribada en 1714, ha reabierto puertas como un equipamiento histórico-cultural. Una reapertura que, a nivel urbano, ofrece un gran espacio público cubierto, a modo de gran porche, enmarcado por una arquitectura de gran unidad, los denominados porches Fontserè.
La propuesta tiene el objetivo de dar respuesta a las necesidades y potencialidades que la activación del renovado edificio como Born Centre Cultural generará en el espacio público. Respuesta basada en 3 estrategias.
Conectividad y permeabilidad
Se ha eliminado el tráfico de la calle Comerç en su tramo por delante del Mercat, desviándolo por el Passeig Picasso. De esta manera se configura un espacio de peatones en continuidad con el resto del barrio hasta los límites del Parc de la Ciutadella.
Centralidad e identidad
Se ha generado un vacío alrededor del edificio para responder a su monumentalidad.
El pavimento es el elemento de conexión con la historia i la memoria del lugar. Se ha implementado parte de la información recogida en varios levantamientos y cartografía antigua en el plano del pavimento. El resultado final permite dos niveles de lectura.
Por un lado la lectura de la memoria lejana: la definición del trazado de las calles antiguas mediante cambios sutiles de adoquín, y la reproducción de los elementos construidos ahí donde se desenterraron yacimientos, justo sobre el aparcamiento subterráneo, traducida en una composición gravada en el pavimento, como una textura, un tatuaje que singulariza y da identidad al espacio principal de la Plaça Comercial.
Por otro lado, la materialidad conduce a la memoria reciente del lugar. El uso como mercado, una continuidad del carácter unitario de toda la operación de Fontseré del s. XIX. El pavimento continuo de adoquín de granito singulariza la intervención y hace esta conexión sensorial con el imaginario colectivo. Gran parte de los adoquines están extraídos de las calzadas de las calles y reutilizados en el propio ámbito.
Flexibilidad y funcionalidad
El proyecto se ha definido con la premisa de propiciar la máxima diversidad de usos. Con la puesta en marcha del BornCC se intensificaran los usos existentes y aparecerán usos Nuevos. El espacio diáfano, la plataforma única y el carácter de plaza potencian esta diversidad.
El resto de elementos que configuran la urbanización se han definido des de una lógica funcional. El arbolado, el alumbrado y el mobiliario pertenecen al plano contemporáneo y resuelven la multiplicidad de usos que requiere el espacio urbano.
1 Comment
Mucho reseguir el antiguo trazo de las calles con pavimento, pero os habéis olvidado de un pequeño detalle…LA ESCALA HUMANA.