Después del exitoso restaurante Tickets y la coctelería 41º, el tandem formado por Albert y Ferran Adria junto con los hermanos Iglesias vuelve a contar con El Equipo Creativo para el diseño de su nuevo proyecto gastronómico, el restaurante Pakta. También repiten zona, un pequeño local situado junto a la Avenida Paralelo de Barcelona, justo en la subida a la zona cultural del Mercat de las Flors y el parque de Montjuic. La novedad es la propuesta gastronómica, basada en la cocina nikkei Peruano – Japonesa, y por supuesto el diseño del espacio, el cual como en anteriores diseños de Oliver Franz Schmidt y Natali Canas del Pozo, está muy unido al concepto gastronómico.
CONCEPTO
Pakta significa “unión” en el idioma Quechua originario de Perú, unión de dos culturas en este caso, unión de dos gastronomías. El diseño del espacio llevado a cabo por El Equipo Creativo también parte de esta idea, entendiendo que la base de la gastronomía nikkei es la japonesa pero envuelta en los sabores, colores, tradiciones e ingredientes peruanos. Con esta premisa, los elementos base del restaurante como son las barras, la cocina y el mobiliario se diseñan con una clara referencia a la arquitectura de las tabernas tradicionales japonesas.
Una explosión de colores peruanos envuelve el espacio como si de una segunda piel se tratara. La segunda piel cromática se materializa a través de la referencia directa con el telar peruano, aportando una sorprendente combinación de colores que contrasta con la austeridad japonesa, y poniendo de manifiesto la raigambre de este elemento en la artesanía de la cultura peruana. La reinterpretación del telar peruano va más allá, secuenciando su propio proceso de elaboración a través de las paredes de Pakta, aportando a partir de este elemento plano un carácter tridimensional al espacio y aportando vitalidad y movimiento, desdibujando los márgenes que limitan el local. Las máquinas tradicionales peruanas utilizadas para la elaboración de las telas, son mecanismos de madera donde los hilos de colores se entrecruzan en varias direcciones formando un sugerente espacio tridimensional que genera una atractiva situación que se traslada y reinterpreta en Pakta.
El resultado final aúna la reinterpretación de estas dos culturas peruana y japonesa a través de algunos de sus elementos tradicionales más emblemáticos, creando una solución visualmente potente pero equilibrada, espontánea y racional, hilarante y silenciosa al mismo tiempo, sorprendente pero extrañamente conocida, como lo es la propia cocina nikkei.
ESPACIO Y DISTRIBUCIÓN
Un pequeño local alargado y con una fachada diminuta nos lleva desde el principio a plantear el proyecto desde un punto de vista de amortización máxima del espacio. Las zonas de trabajo se dividen en tres piezas:
En el acceso, la barra de sake y pisco actúa también como filtro entre el exterior y el interior. Se construye a través de un entramado de madera tridimensional, que sirve como estantería, filtro visual y exposición de productos. En la calle la barra se convierte en fachada y da la bienvenida con una composición de colores ajados, lámparas japonesas, elementos gráficos y una pequeña selección de productos expuestos. Para entrar en el restaurante el cliente atraviesa el entramado de madera, como paso previo al espacio de comedor.
Presidiendo la zona de comedor se sitúa la barra de sushi. Constructivamente un elemento antagónico a la barra de sake y pisco, compuesto por tres piezas pétreas, pesadas y luminosas, en las cuales los sushiman trabajan sin prisa pero sin pausa, sirviendo directamente a los clientes sentados a su alrededor. El hecho de dividir la barra en “piedras” separadas entre sí y de elevar estas piezas del suelo ayuda a contener la escala reducida del local y a crear una sensación de extraña ligereza entre los elementos pesados.
Cerrando el espacio al final del comedor se sitúa la cocina, que se concibe como una caja luminosa que deja entrever la actividad de los cocineros en su interior a través de una piel compuesta de paneles de vidrio con diferentes grados de transparencia.
DETALLES TÉCNICOS
LA ILUMINACIÓN
La iluminación se realiza en colaboración con el equipo BMLD Lighting Design y su objetivo principal es crear la atmósfera más adecuada para que los protagonistas sean el plato y la comida.
La carga cultural del restaurante Peruano – Japonés determina el concepto de iluminación: “Fusión entre claro – oscuro y simplicidad – color”. El concepto se manifiesta a través de luz rasante en algunos de los telares, creando ritmo y dinamismo. Es un juego de racionalismo, brillo y transparencia, conceptos tan importantes en la cultura japonesa, reflejados en las sensuales luminarias para cada mesa y en las linternas de luz que se intercalan en el entramado tridimensional de la entrada.
El resultado revela un equilibrio entre la luz y el ambiente y el ambiente, donde el cliente se sumerge en una nueva experiencia gastronómica.
LOS TELARES
Los telares envuelven la totalidad del espacio de comedor a través de 3 secciones transversales diferentes que se repiten variando sus tonalidades, creando un ritmo de color variable. Algunas piezas longitudinales, puestas en diferentes posiciones y alturas acaban de coser el espacio y crear la sensación de envoltorio.
Los telares de color se diseñan uno a uno, intercalando llenos y vacíos, zonas de gran intensidad cromática con otras más neutras, colores cálidos, rojizos, dorados, verdosos y marrones. Se ha utilizado para habitar los telares, un tejido de algodón de aspecto artesanal, tacto rugoso y acabado mate. Como contrapunto al color se introduce el telar blanco, el cual construido con un tejido más fino y brillante, se convierte en una pieza que desprende luz.
La estructura de los telares es un doble marco de madera. El tejido gira alrededor del marco interior, el cual unido al marco exterior a través de un tensor, permite tensar los hilos de los telares siempre que sea necesario el retesado.
LOS ACABADOS
Se buscan acabados naturales y con la menor transformación posible desde su estado original, la pureza de lo natural tan presente en las culturas japonesa y peruana, tal y como lo interpreta El Equipo Creativo para Pakta.
La madera utilizada en barras y mesas es un roble americano en el que pequeñas imperfecciones y nudos se dejan a la vista convirtiéndolas en elementos diferenciadores que los doten de personalidad. De la misma manera, las barras de sushi, construidas en mármol de Novelda, buscan un acabado poco pulido, basto, con juntas y grietas, que recuerde a piezas extraídas de una cantera.