La casa se acomoda en un terreno de forma triangular con una fuerte pendiente hacia el norte, ubicado en lo alto del Port de la Selva. Con el fin de minimizar el impacto visual de las nuevas construcciones, la normativa local no permite que los volúmenes edificados de la casa puedan superar el punto más alto del terreno. Atendiendo a estas restricciones físicas y normativas, la casa se formaliza como una barra perpendicular a la pendiente del terreno con ventilaciones cruzadas de norte a sur. En la cara sur del edificio se abre un patio excavado en la pizarra. En la cara norte del edificio se extiende una amplia terraza con vistas hacia el mar a través de los pinos. En el extremo sur-oeste de la casa y retirada de los espacios principales, se ubica una pequeña piscina bordeada de pizarra y grava, rodeada de pinos y protegida del viento del norte. Debido a la fuerte pendiente y a la adaptación de la casa a la misma, una gran variedad de ambientes exteriores se articulan alrededor de todas las fachadas de la casa.
Para una mejor adaptación al terreno triangular, el edificio se quiebra en sus dos extremos, formalizando dos volúmenes rotados que albergan dormitorios y baños y que crecen hacia abajo otro nivel. El cuerpo central de un solo nivel, alberga la cocina, comedor y estar que se abren directamente a la terraza al norte y al patio principal al sur.
Contenido entre el volumen encalado de la casa y la pizarra expuesta del terreno excavado, éste patio orientado a sur-este, queda protegido de la fuerte y persistente Tramontana. Dos moreras y unos cables tensados de donde colgar medias sombras y un futuro emparrado, protegen del intenso sol de verano. El patio es el lugar principal de la casa, dándose también el acceso a la casa en su extremo este.
En los extremos del patio principal, dos pequeños patios resultado de los quiebros en los extremos del volumen principal, dan acceso a los baños de las habitaciones y ofrecen un lugar para dejar secar los bañadores y ducharse al exterior antes de pasar al interior. Estos pequeños patios que hacen de zaguán de entrada se cierran con portones de madera para proteger de las vistas desde el patio principal e incorporan un árbol de flor. Uno de estos patios da acceso restringido al solárium de la cubierta a través de una estrecha escalera.
En el nivel inferior de los dos volúmenes rotados de los extremos, se sitúa una habitación con baño para invitados en uno y un estudio de pintura en el otro. Ambos espacios se abren al norte hacia pequeños terraplenes de grava. Estas habitaciones inferiores tienen independencia de la planta superior y se accede a ellas rodeando la casa o descendiendo por las estrechas escaleras en los extremos de la terraza.
La casa se construye con gruesas paredes de doble hoja cerámica y lana de roca en su interior. Las cubiertas son ventiladas y realizadas con cerámica y bóvedas y viguetas prefabricadas vistas en el interior. El exterior de la casa se reviste con mortero de cal y se protege del ambiente salino con pintura al silicato. En el interior se enyesan las paredes y se pintan paredes y techos con pintura transpirable. Los suelos son de baldosa manual de barro claro y las carpinterías y persianas de librillo son de madera protegidas con pinturas transpirables. El muro de contención de la terraza, piscina y escalones exteriores se reviste de un mortero grueso con pigmentos naturales que igualan la tonalidad de la tierra.
Las ventilaciones cruzadas propiciadas por la orientación del edificio, sumadas al tipo de construcción empleado, dan como resultado unos interiores transpirables, frescos y sombríos en verano que recuerdan las antiguas construcciones. La elevada inercia térmica de la casa retiene el calor que se produce en invierno para calentarla, minimizando así las pérdidas energéticas.
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Interesante proyecto, donde la sencillez es su mayor virtud. Saludos!