Por Carlos Garmendia Fernández
Hace algo más de un mes visité distintas ciudades de Suiza incidiendo en mayor grado en Lausanne, donde pude conocer de primera mano uno de los estudios de Arquitectura más grandes de esta ciudad, Richter & Dahl Rocha. Mientras caminaba por el espacio de trabajo y me explicaban su funcionamiento surgió la oportunidad de escribir este artículo y he aquí el resultado.
El interés por mostrar en HIC> lo que vi se debió sobre todo a dos razones; por un lado siempre he creído que dar a conocer aquí el trabajo de un despacho en el que la calidad de su obra construida es totalmente inversa a su difusión en medios especializados puede ser algo tan provechoso como atractivo. En estos tiempos que corren, con tal cantidad de información a nuestro alcance, resulta muy complicado descubrir de repente arquitectos con una obra tan extensa, y cuando me pasa algo así no puedo evitar sentir cierto cosquilleo un tanto infantil y la extraña “obligación” de enseñarlo como si hubiera descubierto un tesoro, aun siendo totalmente consciente de la exageración que supone.A veces, estas “sorpresas” ocurren por pura casualidad y otras no, en este caso conocí RDR debido a que varios conocidos, entre ellos mi hermano, decidieron hace más o menos tiempo aventurarse a probar cómo sería trabajar fuera de España, recalando en el susodicho estudio.
Y esto me lleva a la segunda razón que entiendo motivo suficiente para este artículo, ésta seguramente más “actual” desde la coyuntura en la que nos encontramos. Y es que hoy en día una generación entera (los arquitectos entre ellos) nos hemos acostumbrado a que un número importante de gente cercana emigre fuera de nuestras fronteras, ya sea obligados o por voluntad propia, ya sea a Europa o mucho más lejos y en el caso que nos ocupa, RDR ha sido un destino donde los últimos años muchos compañeros han encontrado un lugar para ejercer la profesión.
Actualmente 12 españoles trabajan en este estudio (dejando aparte otros tantos portugueses o argentinos) y conocer en persona su visión puede resultar, como poco, interesante. Las sensaciones que uno experimenta al entrar en una oficina suiza y se acomoda en una silla a conversar con tantos compañeros de similar edad son, por poner dos adjetivos, extrañas y contradictorias; por una parte uno siente “orgullo” de ver que jóvenes que ya conocías o con los que tienes amigos en común, o al menos un nexo académico, representan la base de un estudio puntero en uno de los países más respetados en el ámbito arquitectónico, pero al mismo tiempo ves que, decisión propia o no, hoy por hoy sería complicado que pudieran volver a demostrar esta valía a nuestro país. Ellos lo tienen claro, la gran mayoría tienen la intención de volver, pero no ahora, no en nuestra situación.
Por todo esto es difícil saber si lo que sientes ante esa imagen es bueno o malo, ver que lo que sabemos, lo que hemos aprendido, vale, que se reconoce y valora el esfuerzo realizado durante la carrera y la corta experiencia laboral en España pero, la vez, este mismo valor se debe explotar fuera.
Bueno o malo, la realidad es que esto es así, y estos 12 arquitectos y arquitectas forman parte hoy por hoy de un despacho de más de 80 profesionales con una obra de mucha calidad de la que son parte responsable, un despacho liderado por un suizo, Jacques Richter y un argentino, Ignacio Dahl Rocha que dirigen un engranaje tan ordenado como atractivo de ver. Un funcionamiento que yo al menos no estoy acostumbrado a ver aquí, dividido en diferentes equipos de trabajo encargados cada uno de ellos de varios proyectos, con gente de muchos países y que construyen la gran parte de sus proyectos en 100 kms a la redonda, con un ritmo mucho más pausado y marcado y con una construcción exquisita.
Desde luego fue una experiencia enriquecedora conocer de primera mano RDR y aun con sentimientos encontrados, nunca está de más descubrir y compartir algo así.
Por esto mismo, a lo largo de la semana se publicarán algunos de los proyectos más recientes de este estudio con el fin de acercar un poco más su trabajo.