El principal objetivo de la intervención fue la recuperación del uso público del antiguo templo sin modificar en exceso su aspecto, símbolo y expresión de la Batalla del Ebro. Su transformación en un nuevo y seguro gran salón multifuncional no tenía que alterar la memoria de la Guerra que el edificio tan bien representa.
En la tercera fase se completó la consolidación estructural de la ruina y se construyó su nueva cubierta transparente de ETFE. La nueva cubrición impide el deterioro de la construcción por acción de los agentes atmosféricos y mejora notoriamente sus condiciones de habitabilidad.
Desde el principio de los trabajos una cosa estuvo clara, la restauración tenía que preservar el sutil equilibrio entre naturaleza y construcción, entre exterior e interior, que todas las ruinas tienen. La percepción de estar aún fuera al “entrar” se tenía que mantener. Los rayos solares atravesando la ligera cubierta, las brisas y los cantos de los pájaros cruzando en todas direcciones las altas naves y el pavimento de arena así lo han hecho posible. El resultado es un original y romántico escenario a medio camino entre el exterior y el interior.
2 Comments
Acabo de conocer su proyecto a través de la edición americana de la revista Architectural Digest y me apresuro a felicitarles después de saber algo más de él en internet. Es espléndido.
¡ Qué gran trabajo de recuperación del patrimonio !
Lo que no me explico, es la escasa difusión de las puestas en valor patrimoniales. Es una lástima que la gente no pueda disfrutar e instruirse con su disfrute. No sé porque he escrito que no me lo explico, está claro que es por la mala gestión de los que nos gobiernan, que además no tienen sentido de la responsabilidad.
Reciban de nuevo mis entusiastas felicitaciones.
Saludos
M’encanta!