La casa esta situada entre Alella i Tiana a 3 Km., del mar y a 16 Km. al norte de Barcelona. Pertenece a una explotación vinícolaecológica en la que también se encuentra la vivienda de los propietarios. El uso de la casa esta destinado a una familia que trabaja y vigila la finca, puede convertirse en caseta control, con un pequeño apartamento o en una oficina y sala de degustaciones.
La casa esta pensada para tener un alto grado de privacidad, para que no existan interferencias (visuales) con la vivienda de los propietarios, y al mismo tiempo que los ocupantes puedan utilizarla con mucha libertad. Hay que tener en cuenta que la relación con el paisaje o mejor con el campo o el mar es totalmente distinta si se trata de una persona de ciudad o de campo (en este caso, los dueños tienen la casa con vistas a la finca y al mar, pero a una persona que trabaja en el campo, no le apetece tanto estar relacionado con él, en las horas de descanso, es un caso parecido a algunos pescadores que tienen su casa de espaldas al mar).
El hecho de pensar en una construcción con mucha privacidad, sin necesidad de vistas y, además, con un presupuesto muy reducido y un plazo de ejecución muy rápido, llevó a utilizar el ladrillo más económico que se utiliza en la construcción convencional. Este tipo de ladrillo llamado “tochana” tiene seis agujeros, y una dimensión de 10x15x30, con los agujeros dispuestos en sentido longitudinal, ocupan una superficie aproximada del 50% destinada a la iluminación. La “tochana” si se analiza con detenimiento se observa que a diez o quince metros de distancia, los huecos permiten una notable transparencia. A una distancia de dos o tres metros, esta transparencia se pierde, quedando únicamente un círculo de uno o dos metros de diámetro, con algo de transparencia, si nos colocamos a diez centímetros de una “tochana” de seis agujeros, únicamente vemos cuatro debido al prisma visual, que no permite ver los agujeros que tenemos enfrente de la nariz.
Después de estos análisis previos, el diseño de la casa consiste en un rectángulo, formado con paredes de tochana, con los agujeros perpendiculares a la fachada. Una dimensión fija de cinco metros, noventa y dos centímetros, que corresponden a la longitud de seis metros de las vigas metálicas de cubierta, descontando un mínimo apoyo de cuatro centímetros a cada lado. Las paredes están enmarcadas en sus esquinas con un zuncho vertical de hormigón de 30×30 y un zuncho perimetral superior, también de hormigón como soporte de las vigas metálicas de cubierta.
La cubierta esencialmente es una piscina de tierra “saulo” de unos 16 – 20cm. de profundidad, prácticamente sin desagües y que permite crecer algunas hierbas, como ocurre en otras partes de la finca. El forjado de la piscina esta formado con piezas machiembradas entre vigas con doblado de otra capa de rasilla cerámica y con una tela asfáltica que sube unos 20cm. por cada lado formando la pequeña piscina de tierra.
El resumen de la construcción esencial es una pared transpirable de tochana con una piscina en la cubierta, lo cual da como resultado una construcción que parece haber estado siempre allí, integrada en el paisaje, tanto si se observa de frente como desde un punto de vista superior. Dentro de esta pequeña infraestructura, se dispone en el interior otro rectángulo separado de las paredes exteriores, de tochana revocada de diez cm., de espesor con dos ventanas longitudinales de diez metros de longitud y dos puertas vidrieras, una en cada extremo de la casa.
El rectángulo interior va todo revestido de pladur aislante y tablero aglomerado pintado, que es donde se disponen todas las habitaciones y servicios. Quedan cuatro espacios entre los dos rectángulos uno longitudinal muy estrecho de unos setenta centímetros, que es por donde van todas las instalaciones y otro longitudinal más ancho de unos noventa centímetros que permite una circulación semiexterior con posibilidad de un futuro acceso en el centro de la construcción. Finalmente un patio en un extremo, como zona de estar muy amplia, y otro menor en el otro extremo, junto al dormitorio. En el muro de estos patios se dejaron de poner cuatro hiladas de “tochana” justo a la altura de los ojos, para permitir amplias vistas al acceso de la finca por una parte y a la vivienda de los propietarios por la otra.
4 Comments
molt interessant
Una construcción pragmática, simple, locuaz, donde el detalle esta en su propia ejecución. Un lugar donde medio esconderse despues de estar todo el día al aire libre gozando de las viñas y el paisaje que las envuelve. Una de esas casas que llevo conmigo, en mi mente.
Una maravilla de casa, en todos sus detalles.