Joan Falgueras Font Adecuación de la visita a Santa Helena y Santa Creu de Rodes

Poblado medieval de Santa Creu excavado continuadamente en los primeros años del siglo XXI e iglesia de Santa Helena parcialmente restaurada en los años 90 necesitada de considerables reparaciones. El conjunto requería actuaciones de consolidación de los elementos inestables en portales y muros para evitar peligros para los visitantes, nuevos tramos de camino escalonado en los espacios excavados recientemente entre restos de las casas, actuaciones de reconstrucción de las cubiertas y de formación de drenajes perimetrales para evitar las filtraciones y capilaridad, cierres de muros desaparecidos y de aperturas de protección y acristalamiento para asegurar la no intrusión y moderar el clima que afecta a las pinturas interiores, formación de una escalera segura e integración de luminarias en el camino y en el interior de la nave.

Las operaciones básicas han sido:

Consolidación estructural y restitución volumétrica parcial de los portales definiendo los volúmenes básicos con paramentos de piedra de recuperación amorterada.

Rehabilitación del camino de acceso incorporando un murete lateral de pared seca para canalización integrada de las líneas de alumbrado y de telecomunicaciones y para apoyo de las balizas luminosas de seguridad.

Nuevas rampas escalonadas de pavimento drenante de subbase contenido por umbrales de granito que incorporan baliza luminosa a lo largo del frente de las casas excavadas.

Pavimentación de los recintos perimetrales a la iglesia con bases de áridos y fajas de delimitación con bordillos enrasadas de granito, sobre nuevas líneas de drenaje en la base de los muros.

Reconstrucción de la cubierta con material de recuperación y con restitución funcional de limahoyas y acroterios para la correcta evacuación de las vertientes con incorporación de cornisas y gárgolas de acero donde la geometría de los elementos constructivos originales era inimaginable.

Restitución del plano de la portada expoliada con paramentos de piedra de recuperación amorterada y sin enmarcar y nuevo cancel de madera calada y vidrio.

Formación de mueble de rellano interior y escaleras exentas de madera levantadas con soportes sobre escalones rocoso irregular y peligroso.

Incorporación de luminarias en antepechos interiores de las aberturas para reforzar iluminación natural.

En un contexto de servicio a la museología, ¿qué puede aportar la disciplina arquitectónica?

Ante todo la perspectiva generalista para integrar aportaciones científicas estancas y a menudo extremadas – arqueología, restauración de artes plásticas, divulgación histórica, seguridad, iluminación … -, necesitadas de contraste, y compatibilización.

En segundo lugar la responsabilidad técnica – no neutral – de asegurar la pervivencia de partes sólidas, y de desmontar las peligrosas y obsoletas todo sustituyéndolas por estructuras y soluciones constructivas que permitan un uso seguro, con los mínimos prejuicios de lenguaje.

En tercer lugar la organización espacial con un escéptico distanciamiento de programas funcionales demasiado concretos. El auténtico salto en el vacío no resuelto por la acumulación de análisis previos, buscando el paseo arquitectónico en el enlace de las plataformas y en la alternancia de luces y penumbras que sirven y estimulan el visitante.

En cuarto lugar el placer artesano de manipular materias – en este universo pretendidamente virtual – en complicidad con trabajadores manuales. Hemos rehuido la rusticidad para sujetarnos al rigor y a la exigencia de pericia a la altura de las lecciones que las fábricas antiguas desvelan bajo la erosión. Hemos difuminado reparaciones y hemos hecho evidentes las pequeñas trazas contemporáneas refugiadas en la geometría de una cornisa de acero, en el despiece de unos umbrales de piedra y luz, o en los herrajes y tablones de nuevas puertas y escaleras.