Magén Arquitectos Centro de Educación Infantil, Parque Goya, Zaragoza
Fuente: Magén Arquitectos
Fotografía: Pedro Pegenaute
El Centro de Educación Infantil Parque Goya se basa en el concepto de kindergarten, configurando el aula como un espacio abierto e integrado en la naturaleza, como un espacio en el propio jardín. El desarrollo del proyecto en una planta permite establecer una relación directa entre el espacio de aprendizaje y el de juegos.
El proyecto tiene con un marcado carácter horizontal y una intensa relación con el terreno, reforzada por el uso de materiales cerámicos en los revestimientos exteriores e interiores. Los muros cerámicos vinculan el edificio con el suelo, mientras el perfil quebrado de su cubierta metálica establece una relación con el plano azul del cielo, que es en Zaragoza una parte fundamental del paisaje. La imagen urbana de su silueta identifica el edificio en el tejido residencial del barrio.
Dada la disposición abierta de la planta, la gran cubierta protectora metálica, plegada y contínua, que se tiende sobre el terreno y abriga el conjunto del centro, se convierte en el elemento que integra, articula y cose las distintas variables del proyecto. La cubierta de planos continuos que asciende, desciende y se quiebra en función de la configuración de los espacios interiores que alberga, dota al conjunto de unidad y de un cierto carácter topográfico, proporcionando a cada uso una altura específica.
El perfil quebrado de las aulas permite la doble iluminación y aumentar su profundidad, con una planta cuadrada muy adecuada para su tamaño y uso. La transición entre el interior del aula y el exterior es gradual, pasando siempre por un espacio protegido de porche.
En el interior, el edificio responde a las capacidades y habilidades de los niños con elementos de tamaño y escala diferente, estableciendo una clara diferenciación entre las superficies al alcance de los niños (suelos y paredes hasta una determinada altura) en las que se proponen diversidad de materiales, texturas y colores, y los acabados más neutros por encima del territorio infantil.
El planteamiento y desarrollo del proyecto responde al condicionante fundamental del ajustadísimo plazo de ejecución, de tan solo 4 meses para un edificio de 2.500 m2 construidos y 3.000 m2 exteriores, que implicaba la elección de soluciones constructivas sistemáticas y generales, que sirvieran al proyecto desde la sencillez y la rapidez de ejecución.
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