
El entorno como paisaje construido
Las Cuencas Mineras Asturianas tuvieron un proceso de crecimiento e industrialización muy fuerte a finales del siglo XIX. En el último tercio del siglo XX se produce un proceso continuo de cierre, cuya recuperación es esencial para mantener la herencia recibida.
El lugar del proyecto se encuentra a 4 km de Oviedo, donde se instaló la antigua fábrica de explosivos La Manjoya (1870) cuyas actividades industriales finalizaron en 1965.
La edificación existente tiene una tipología singular formada el pliegue de unos muros de mampostería, rellenados con tierra, que servían como estructura de contención frente a posibles explosiones.
El programa elegido para reactivar este lugar es un equipamiento para FAB LAB uniendo el diseño y su producción.
El proyecto es consecuencia del lugar, respetando el carácter de la preexistencia, proyectando un edificio enfrentado que entra en diálogo con éste, creando un nuevo espacio intersticial, en cuyo vacío y recorrido se genera la intensidad espacial y emocional del proyecto.
El nuevo equipamiento se relaciona con la antigua fábrica, conformando un muro plegado, que genera la creación de un nuevo espacio a partir de los edificios enfrentados, pasando de espacio oscuros, más graves e íntimos donde se proyectan los laboratorios y zonas de trabajo, con espacios abiertos e iluminados, donde se plantean las áreas de relación.