| Laura Gómez Escudero
| 2015 | PFC | ETSAC
| Profesor: Jesús Irisarri Castro
Para resolver el proyecto planteado, se partió desde el principio de un análisis exhaustivo del entorno; partíamos de una parcela con un fuerte desnivel, desvinculada del tejido urbano superior y mucho más unida al borde litoral, en relación total con la ría y las rocas. Se descarta desde el primer momento que el proyecto sea una mera pieza que se asienta en el terreno existente, sino que se busca dar con la pieza exacta que moldee la parcela y le de una identidad de la que carece.
Dos bordes nos condicionan, el límite vertical; el talud y el horizontal; la ría. La principal característica que se impone actualmente es la total desconexión entre las diversas instalaciones náuticas existentes y el borde marítimo, que está lejos de ser un espacio atractivo. Por tanto la máxima del proyecto será conectar estos dos entornos, ya que para un equipamiento de estas características es vital una relación directa con el mar.
Se intenta encontrar una respuesta arquitectónica potente, que dote de identidad al lugar y al mismo tiempo lo respete. Se reflexiona mucho en las geometrías de los acantilados, en formas prismáticas arraigadas profundamente a la roca, bañadas por el mar y colonizadas por el musgo. Tres volúmenes que surjan del terreno con fuerza, que dialoguen con el mar y actúen como frontera entre este y la tierra, y que a la vez creen una brecha habitada entre ambas, separando el edificio del talud, y creando un espacio peatonal que dará continuidad y sentido a todo el paseo de As Xubias.
Se intenta que la relación del edificio con el mar sea tridimensional, que no se limite solo a observarlo en la distancia, sino que se empape de el, recuperando así una comunicación con el entorno que se ha perdido. Para conseguir esto se realiza un análisis exhaustivo de la fluctuación de las mareas, teniendo muy en cuenta el aspecto del proyecto en pleamar y en bajamar, entendiéndolo como una parte vital del mismo. Así los volúmenes del edificio queden al abrigo de grandes rampas de varada, que articulan de manera adecuada el discurrir de las mareas.
En contraposición a la intención de sumergirse, surgirá la búsqueda de protección, que se materializará en forma de patio. Un patio en el que se pierda momentáneamente la visión del mar, protegido del viento y que articule todo el programa. Funcionará como un núcleo de relación en el que convergerán todas las actividades que se desarrollarán en el complejo.
Las decisiones proyectuales que se han tomado, tanto formales como funcionales, conformarán un proyecto integrado con el terreno, que dotará de identidad al lugar, abriéndose totalmente al mar y participando de él en constante simbiosis. Haciendo que tanto los usuarios del club de remo, como los vecinos de As Xubias y los visitantes ocasionales puedan disfrutar no solo de unas instalaciones deportivas, sino de una intervención urbanística integral que revitalizará todo el contexto marítimo-urbano en el que se encuentra.