| Aina Santesmasses Ruiz
| 2014 | PFC | ETSALS
| Professor: Marta Adroer Puig, Núria Martí Audí, Pedro García Hernández, Ramon Iglesias Ferrando

El proyecto trata la reordenación de una isla del Ensanche Barcelonés situada en la calle Pere IV del barrio del Poblenou. Dicha isla contiene una pequeña Nave Industrial Modernista, construida en 1907 por el arquitecto Manuel Raspall Mallol, incorporada en el proyecto.
Se incluye un Centro de Arte y Cultura, 18 viviendas de alquiler, una residencia para artistas y un aparcamiento para coches, relacionados entre sí a través de un gran espacio público central en el interior de la isla.
Implantación y formalización
Una de las mayores dificultades de la intervención es la manera de insertarla en la trama de la ciudad. El Poblenou se encuentra cohesionado y trabado por un tejido urbano que se ha ido formando por adición de pequeñas piezas de diferentes usos y formas.
Tratándose de un proyecto de uso público y una gran envergadura dentro de la escala de la ciudad, se considera que la manera de reconstruir el barrio se tiene que corresponder con su entorno para poder renovarlo en términos de continuidad y unidad.
Por este motivo, el proyecto se plantea como un conjunto formado por varias piezas de diferentes formas y medidas definidas en función de su entorno específico, formando un gran vacío central en el interior de la isla y varios patios interiores colindantes a las medianeras del solar.
El proyecto, pues, se entiende como una volumetría fragmentada pero a la vez cohesionada con su entorno, evitando la idea de un gran edificio centralizado que se perciba como un todo singular de mucha presencia y una escala superior al resto de construcciones del barrio.
Esta volumetría se materializa como una composición de 9 volúmenes y el espacio de relación entre ellos. Cada uno de estos elementos alberga los diferentes usos de programa según sus dimensiones, sus edificios vecinos, y su posición respecto a la calle.
El vacío central garantiza unas buenas condiciones de iluminación y ventilación para todo el conjunto y especialmente para las viviendas, quedando orientadas a sur.
En todo momento, se reutiliza la estructura parcelaria preexistente para evitar la imposición de nuevas formas ajenas al territorio.
Estructura y Materialidad
La estructura se resuelve con un sistema de cajas murarias de obra de fábrica vista, trabadas en sus esquinas y arriostradas con zunchos perimetrales de hormigón. El espacio de dentro de las cajas, “zonas de programa”, se cubre con placas prefabricadas, y el espacio que queda entre cajas, “zonas de circulaciones”, se cubre con una losa de hormigón que se adapta a la geometría y une el conjunto.
El proyecto busca espacios libres y diáfanos, para poder realizar actividades de diferentes tipos. La definición exacta de las medidas se concreta para optimizar las luces de las placas pi a 10–12–14m y 1,20m de ancho, reduciendo así la complejidad del proceso constructivo. La losa que une las cajas no supera luces de 7,5m. Cada una de las cajas también se arriostra con un núcleo central de hormigón que tiene funciones de distribución y paso de instalaciones.