| Adrià Gorgues Tomàs
| 2013 | PFC | ETSAR (Reus)
| Profesores: Arturo Frediani, Ramón Fité, Miquel Angel Sala, Xavier Casanova, Manel Ferrer
En 2011, la candidatura de la ciudad de Tarragona ganó como sede de los juegos del mediterráneo del 2017. Para poder celebrar semejante oportunidad, la ciudad necesita unas instalaciones adecuadas para poder albergar los deportes acuáticos de natación o waterpolo. Debido a la carencia de semejantes instalaciones en la ciudad, se propone proyectar una piscina de 50m. Para eso, se plantea ubicarla en una antigua ciudad residencial de vacaciones en desuso cerca de la playa. Este complejo proyectado en los años 50, goza de una amplia zona deportiva abandonada. Para poder revitalizar el complejo gracias a la oportunidad de los juegos, el proyecto rehabilita toda la zona en cuestión para que la ciudad pueda aprovechar las instalaciones durante todo el año. Se pensó en un proyecto que pudiera resistir el mantenimiento del día a día y a la vez permitir grandes eventos con capacidad para 3000 personas. Para ello existen varias entradas y aparcamientos al recinto según su uso y se aprovecha el paso del futuro tranvía para crear un bajador que acerque más el complejo a la ciudad. También se conserva la variedad paisajista de la zona, modificando lo menos posible la topografía y dejando intacta la bolera exterior existente y de gran calidad arquitectónica. Al final la ciudad obtiene un nuevo equipamiento útil al lado del mar y que conserva su fachada marítima natural.