| Roger Carreras Català
| 2014 | PFC | Escola d’Arquitectura de Reus
| Profesores: A. Frediani, R. Fité, M. Sala, X. Casanova, J. Sardà
El lugar escogido para situar la escuela, es un solar de 15.300m2, ubicado en la parte más prominente del cerro “Els Cossis”, en la ciudad de Tarragona. Ahora está rodeado de una “ciudad jardín” consolidada, que acoge unos centenares de casas unifamiliares y en hilera, situadas en una zona de privilegio, cerca la ciudad y ante el mar.
La situación del solar, en la cumbre del cerro, con vistas sobre el mar, las playas de Miracle y Arrabassada, y la ciudad de Tarragona, y sobre todo el ambiente saludable, con vegetación y sin contaminación, confirman este como lugar adecuado para la ubicación de un equipamiento educativo.
Me he permitido, esto si, algunas licencias para “mejorar” el solar, como por ejemplo la de apoderarme de las dos calles que delimitan el actual solar de la escuela, hecho que me permite alcanzar también los solares o “rincones” que restaban hasta las construcciones vecinas. También he añadido al solar de la escuela una porción de terreno, una parcela que es la única vacía entre la escuela y el mar. Así, desde la escuela, de hecho, desde la biblioteca, se podrá acceder al mar directamente, superando la vía marítima, Rafael de Casanova.
El programa es el que el Departamento de Educación de la Generalitat de Cataluña propone para una escuela de una sola línea: tres aulas de preescolar y seis de educación general básica, más el comedor y la cocina, el gimnasio y las pistas deportivas anejas y la biblioteca y la salón de actos, que podrán ser usadas como parte de la escuela y/o separadamente. Claramente la pieza que más ha crecido en contenido y superficie es la biblioteca, ya que no es la que una escuela, como esta pide, si no un verdadero equipamiento municipal. Esto tiene que ver con la carencia de equipamientos, de este tipo, a la ciudad (ver plano de los equipamientos escolares municipales que incluye las bibliotecas existentes).
Por otra parte, la ocupación de los solar puede parecer poco justificada y poco habitual, acostumbrados cómo estamos a concentrar las edificaciones en el centro, dejando el espacio libre a su entorno. Entiendo que esta manera de hacer determina una serie de espacios de difícil uso, hecho del todo inaceptable en una edificación escolar.
La geometría del solar no es ninguna figura reconocible. Es el resultado de adicionar, parcelas y calles de manera de conseguir, con el sumatorio, un solar, cuanto mayor mejor, para poder disponer todos los usos en planta baja y tener todavía muchos espacios intersticiales, en forma de pasos cubiertos, patios, jardín/bosque y calle peatonal. Asimismo, la configuración de las piezas, aulas, despachos, pistas, gimnasio, biblioteca, salón de actos, tienen todas, por obligación o por propia voluntad, una geometría precisa, clara, son cuadrangulares o rectangulares. El que trae a los espacios exteriores, a los porches y en la propia plaza parcialmente cubierta a absorber todas las irregularidades. Estos espacios de conflicto formal y geométrico, acaban logrando un cariz especial, único, diferenciado, alternativo a la repetición de los elementos del aulario, son los auténticos artífices de que la escuela no sea un sumatorio de partes autónomas sino un verdadero conjunto.
La estructura básica del edificio, y la más aparente exterior e interiormente, se propone ser construida con muros de ladrillo de doble hoja para aprovechar la capacidad constructiva del ladrillo y, a la vez, ser utilizado como material adecuado de acabado interior y exterior. Hay dos tipos de muros de fábrica de ladrillo, los que hacen de cierre exterior y los que hacen de divisoria interior. Los primeros tienen una sección de 44mm y cuentan con un aislamiento térmico interior. Los segundos, están formados por dos capas de ladrillo, y tienen una sección de 29mm. Los dos tienen estructuralmente la misma finalidad y el mismo acabado. El ladrillo que se propone se muy convencional, de medidas 29 x 14 x 5cm.
Hay dos tipos de cubiertas: las planas y las inclinadas. Las primeras están planteadas con el sistema de cubierta invertida, acabadas con graba. En las aulas, y sólo en las aulas, donde la entrada de luz es especialmente importante, la cubierta se eleva y se inclina para recibir la luz de norte que, homogéneamente, ilumina toda el aula.
En resumen, he probado de plantear, a la hora de proyectar la escuela Arrabassada, un conjunto de edificios autónomos pero vinculados, extendidos sobre un recinto que ocupan y ordenan para tal construir un conjunto efectivo. Al emplear materiales propios y reconocibles, hormigón, ladrillo, acero, zinc, madera y vidrio, querría lograr un conjunto de edificios fáciles de leer y usar, donde su confort provenga tanto de la claridad/complejidad espacial, como de la capacidad del uso o calidad formal y táctil de los materiales. En fin, obtener un lugar adecuado por el uso previsto, el escolar y formativo, tanto importantes en mi opinión. Ambos son el escenario donde sucede una parte muy importante de la niñez, el marco donde la espontaneidad, creatividad, ilusión, libertad e inocencia, conviven con el natural crecimiento.