| Valentina González Sáez
| 2014 | PFC | ETSAV (València)
| Profesores: Francisco Miravete Martín
EL VACÍO CONSENTIDO
El proyecto se ubica en Sueca, ciudad originada a partir de un mercadillo árabe, con gran tradición en el cultivo del arroz, gracias al paso del agua procedente del Júcar. Para que el proyecto se adapte se realiza un estudio previo, fruto del cual encontramos una problemática fundamental: la escasez de vacíos urbanos.
Esto desencadena la idea generadora del proyecto, que será conseguir el vacío.
Se propone llevar la idea unas plazas concatenadas al proyecto, y atar todo el municipio a través de recorridos que desemboquen en dilataciones de la trama donde tenga lugar la relación entre las personas. Se intenta recrear en la intervención, el trazado de la propia ciudad.
Sueca es una ciudad muy ligada al cultivo del arroz. El conjunto de edificios sobre el que se va a desarrollar el proyecto es un edificio de carácter industrial, que aún hoy alberga la maquinaria para el cultivo del arroz.
El primer movimiento será decidir qué hacer con la preexistencia, cuáles son las naves que se van a mantener, y cuáles son aquellas que directamente se eliminan para dejar paso al nuevo proyecto.
La idea del vacío es el punto de partida de este proyecto. Cuando hablamos de la configuración del vacío, está bien aclarar que el vacío no es el continente que no contiene nada, decimos vacío contraponiéndolo al lleno.
Para respaldar esta idea tenemos a artistas como Chillida y Oteiza, que trabajan con el vacío en vez de con la masa.
En un lleno la manera de encontrar la figura del vacío es excavándolo, pero en nuestro caso, el complejo del molino cuenta con muchos vacíos, el punto de partida es distinto. Trataremos de limitarlos con unos llenos que le den forma, y descubrirlos a través del recorrido. El vacío queda perfilado y el lleno es más abrupto.
Para atrapar los vacíos necesitaremos unos límites, tanto horizontales como verticales.
Conseguiremos recortar en planta una serie de plazas concatenadas que nos van abrazando conforme nos adentramos en el complejo, incorporan el juego en la dilatación de los espacios.
En el inicio del camino los límites son más sutiles y en el interior se hacen más duros para conseguir la sensación de estar “dentro de”.
La idea es resolver todas estas cuestiones mediante un gran organismo que recorra el espacio.
Un parásito que se fusiona, que crea algo diferente, un elemento plano que consigue generar volumen. Al final el vacío no es ausencia, sino el elemento de coherencia visual.
El mayor reto es conseguir una actuación que se lea como continua. Se trabaja con los edificios como si se tratara de un ejercicio de papiroflexia y escogemos el acero corten como material de trabajo. A través de los pliegos de esta piel, se irán generando los volúmenes.
Una vez vista la idea generadora del proyecto, veremos a continuación cómo se extrapola al interior de las piezas. Partiendo de la plaza o vacío exterior como el puro y geométrico, pasaríamos al interior de los volúmenes, donde las zonas servidas mantienen una geometría regular y las zonas sirvientes quedan irregulares y rotas.
Los lugares estáticos como las plazas o salas, requieren de una geometría pausada y controlada, mientras que los lugares de movimiento o servicio son abruptos. La forma viene dada por la expresión del espacio que contiene.
Todo el proyecto demuestra gran sensibilidad por el espacio público, el vacío exterior. Lo respeta, le deja paso, se doblega para acogerlo y lo abraza. Las construcciones se abren hacia estos pequeños rincones generados en el interior de la parcela, no tanto hacia los límites de la misma.
Las distintas plazas concatenadas beben del uso de los edificios perimetrales que las limitan y les dan forma, es por ello que en cada una se respirará un ambiente diferente por la variedad de usos que se crean en este lugar.
Desde el primer momento se pretende construir todo el conjunto de la manera más sencilla, con materiales actuales y de rápido montaje, muy industrializados y seriados.
La fachada en este proyecto tiene mucho carácter, con un acabado en acero corten toma gran presencia en la actuación, pero también es preciso asegurar las condiciones de salubridad y confort en el interior.
Haciendo alusión al lema del proyecto, el vacío en el proyecto está conscientemente consentido, se busca, marca y condiciona el resto de piezas desde el inicio. A su vez, éste no es un espacio banal, se trata de un vacío con sentido, lleno de potencial.
Frente al lleno, que posee el valor de lo definido, el vacío o lugar con expectativas de ser ocupado, adquiere el sentido de lo potencial, el territorio se llena de significados, no de cosas. El espacio que se deja libre es tan importante como el que se ocupa.