Durante las próximas semanas, HIC publicará el reportaje fotográfico que realizaron Anna & Eugeni Bach de su viaje cruzando Europa, de Barcelona a Helsinki. Un recorrido fotográfico que nos permite ver algunos de los edificios clásicos de la arquitectura moderna en su estado actual, y también descubrir algunas piezas no tan conocidas de gran calidad expresiva.
Comentario previo. Jordi Badia
Un viaje para ver obras de arquitectura tiene un formato y un significado especial para los arquitectos. No es comparable al viaje habitual de un turista.
El viaje empieza en el estudio, preparando el itinerario, buscando obras interesantes en los alrededores, investigando en la biblioteca los proyectos para conocerlos e imaginarlos antes de la visita. Nada es comparable al placer de estos momentos previos, cuando cualquier edificio es una promesa de placer aplazado.
Durante el viaje, el trayecto de búsqueda y localización de las obras aporta mucha información valiosa sobre su entorno. Uno imagina al arquitecto siguiendo ese mismo camino miles de veces durante la ejecución de la obra. Intenta ver las mismas cosas, sentir lo que probablemente él mismo sintió la primera vez que visitó el lugar.
Cuando llega al edificio, lo observa en silencio. Muchas veces lo rodea para reconocerlo antes de entrar por la puerta y visitarlo. En el interior intenta conocer a sus usuarios, habla con ellos y los incorpora a la arquitectura. Detecta colores que no había advertido en las publicaciones históricas en blanco y negro, descubre detalles que no han sido ni serán publicados nunca. Dibuja en su mente esas plantas y secciones vacías que ahora cobran una vida inesperada. El edificio siempre es distinto a como uno lo había imaginado.
Sin duda, el viaje de arquitectura ofrece un conocimiento que nunca podrá compararse a una consulta bibliográfica. El sonido, el olor, el uso… no caben nunca en los libros.
Para que ese placer sea completo, uno debe viajar con otros arquitectos. Compartir con ellos cada uno de esos descubrimientos. Disfrutar conjuntamente de esa experiencia. Que tu pareja sea también arquitecto facilita mucho ese placer. La experiencia vivida se alarga en el tiempo y en el recuerdo, que incorpora la discusión posterior a la visita como un dato más. Lo sé por experiencia.
La fotografía de arquitectura es el complemento natural de estos viajes. Son fotografías personales, en el mejor sentido de la palabra. El arquitecto fotografía para describir el edificio, posando su mirada en aquellos puntos en los que la vista coincide con la arquitectura ideal que cada uno tiene en su cabeza. Las fotografías realizadas por los arquitectos del mismo edificio son así distintas, y hablan tanto de la arquitectura que uno ve, como de la que uno imagina.
Este blog os propone viajar cruzando Europa de la mano de Anna & Eugeni Bach y sus magníficas fotografías. Recordar ese viaje tan personal que hicieron el pasado verano del 2013 y así tratar de compartirlo con ellos. Observar esos edificios, muchos de ellos con muchos años a sus espaldas, y verlos en la actualidad. Vividos y usados.
Podremos ver las magníficas imágenes que tomaron, compartir su mirada y así recordar proyectos que quizás hace ya mucho tiempo, demasiado, que no hemos revisado.
Un privilegio que debemos agradecerles y un placer compartido. Gracias.
Jordi Badia
Introducción al viaje. Anna & Eugeni Bach
El hecho de ser una pareja Hispano-Finlandesa puede tener muchas ventajas, pero tiene, en nuestro caso, un inconveniente: nos conocimos durante la carrera de arquitectura, y desde entonces, la posibilidad de viajar a algún lugar que no fuera Barcelona o Helsinki era complicada, tanto por motivos económicos, como porque cada vez que teníamos vacaciones, viajábamos a una de estas ciudades para poder estar juntos o ver a nuestras familias.
Esto significa que durante muchos años no hemos hecho todos los viajes que nos habría gustado, ni hemos visitado muchas de las obras de arquitectura que nos apasionan.
El verano pasado decidimos solventar en parte esta carencia y hacer el habitual viaje a Finlandia, esta vez, en coche a través de Europa, desde Barcelona hasta Helsinki y vuelta a Barcelona para poder ver algunas de aquellas obras de arquitectura que no habíamos visitado todavía.
La idea del viaje surgió de la necesidad de ver una obra en concreto, la Hexenhaus de Alison y Peter Smithson, que por su posición alejada de cualquier núcleo urbano importante es difícil de visitar si no es en un viaje específico. Al preparar el viaje, a esta obra se sumaron otras como la iglesia de Klippan de Lewerentz o la Bruder Klaus Chapel de Zumthor, entre muchas otras, conformando un viaje de ida y vuelta repleto de pequeñas, grandes y preciosas obras de arquitectura.
A la vuelta, Jordi Badia vio alguna de las fotos que habíamos tomado durante el viaje y nos pidió de hacerlas públicas en HIC, a lo que accedimos con la voluntad de compartir no sólo las fotografías, sino toda la información que recabamos tanto antes, como durante el viaje, para facilitar su entendimiento y su visita a quien lo desee.
En los siguientes posts, adjuntaremos información sobre distancias, direcciones exactas, webs de contacto y otros datos prácticos que permitan la visita de estas obras sin los contratiempos que nosotros hemos tenido. Esperamos que esta publicación se convierta en una herramienta útil para quien quiera repetir este viaje o visitar alguna de las obras que lo componen.
El viaje requirió 8 días para llegar a Finlandia, y 10 para volver a Barcelona, después de recorrer 8.280 km a través de autopistas, carreteras y campings de toda Europa.
Anna & Eugeni Bach