Fuente: Carles Enrich
Las bases del concurso Europan en La Sagrera, Barcelona, proponían la construcción de manzanas autosuficientes en un solar de 5,3 ha en el entorno del parque de La Sagrera.
Nuestra propuesta trata de proponer una alternativa a este enunciado con la reubicación de los 80.000 m2 de programa de vivienda y terciario, al mismo tiempo que una reconsideración del emplazamiento y su relación con la ciudad preexistente.
INSERCIONES URBANAS
EL LUGAR
El barrio de la Sagrera/Bon Pastor está compuesto por una trama industrial y algunos edificios de viviendas excesivamente segregados que padecen la falta de terciario. El paisaje urbano nos muestra una realidad repleta de locales en planta baja tapiados, naves industriales en venta o alquiler, oficinas desocupadas, pisos vacíos y una nula actividad en horario no laboral.
ESTRATEGIA URBANA
La privilegiada situación del emplazamiento nos permite proponer una conexión más intensa entre Barcelona y Santa Coloma así como un acercamiento a las orillas del rio Besós. Nuestra propuesta reivindica este paseo natural potenciando su futura conexión con el parque lineal de la Sagrera. En este sentido, el emplazamiento del concurso se convierte en un vértice que debe preservarse como espacio vacío dónde proponemos actividades de cultivo y ocio.
Proponemos renaturalizar las tres calles principales que nos conducen al río, prolongando la calle Tucumán con un puente peatonal que sirve de plataforma para usos terciarios, como mercados ambulantes de productos locales y alimentos cultivados en los huertos cercanos, que ayudaran a favorecer las relaciones entre los habitantes de las dos orillas.
REDISTRIBUCIÓN DEL PROGRAMA
Los más de 80.000 m2 de programa los tomamos como una invitación para regenerar el barrio desde su interior, incorporar actividad en las plantas bajas, replantear las calles que conectan con Santa Coloma e insertar pequeñas piezas habitables que conviven con otros usos en estructuras preexistentes. Ampliamos el ámbito de actuación dispersando el programa por las 5 manzanas más cercanas en lugar de concentrar toda la superficie en una edificación segregada del tejido existente.
Las grandes manzanas admiten perforaciones para lograr una mayor porosidad en la circulación peatonal. La relación con la calle se potencía al abrir las plantas bajas y promover un uso distinto al industrial. Garantizamos una implantación urbana pautada que se adapta a las necesidades reales de vivienda y a la evolución de las industrias locales, muchas de ellas con un futuro incierto.
VIVIENDAS-TALLERES
Sin intención de borrar toda la lógica industrial, proponemos un sistema de vivienda basado en la sistematización de un módulo de servicios y almacenamiento que permita múltiples variaciones y ofrezca espacios polivalentes que sirvan tanto para habitar como para reconvertirse en pequeñas oficinas o espacios de trabajo.
El coste de esta implantación es muy reducido al tratarse solamente de la inserción de un elemento-mueble con instalaciones y unos cerramientos ligeros, aprovechando la envolvente del edificio preexistente. De este modo se consigue una rápida ejecución y un sistema que se puede montar y desmontar en función de la demanda.
Autor:
Carles Enrich
Colaboradores:
Ángel Rosales, Ada Sánchez
Emplazamiento:
La Sagrera, Barcelona