| Paula Cumplido Mairal
| 2013 | PFC | ETSAB (Barcelona)
| Profesor: Jordi Garcés
El proyecto se emplaza en Tarragona, una ciudad de la costa mediterránea levantada por los romanos sobre una colina situada a unos 80m respecto al nivel del mar. Este factor hace que la ciudad se asiente sobre fuertes desniveles que han influido en su crecimiento y forma urbana.
El solar escogido para el proyecto, se sitúa en el Paseo San Antonio, que tiene la peculiaridad de que se encuentra en la confluencia de dos tramas muy distintas entre sí:
– El casco antiguo, que presenta una trama densa formada por manzanas cerradas de edificación de media-baja altura
– La zona residencial, caracterizada por trama dispersa de bloques de viviendas y casitas de media-baja altura.
Una vez consideradas las características del entorno, se establecen tres premisas de partida:
– No perjudicar las vistas de la muralla con la construcción de un edificio en altura
– Recoger las particularidades de los dos tejidos urbanos que confluyen en el solar
– Generar actividad en el paseo
Hay que destacar que el solar se apoya sobre dos puntos importantes. Por un lado el extremo suroeste, formado por edificios plurifamiliares que presentan un frente construido continuo, y por otro lado el extremo noreste, que acoge los jardines de la Diputación que representan un mirador hacia la ciudad.
La propuesta no sólo resuelve las peculiaridades intrínsecas del solar sino que además completa el frente construido que presenta el tejido existente y lo desarrolla hacia el mirador y los jardines de la Diputación.
Se plantea un edificio de dos plantas, una de ellas semienterrada, aprovechando el desnivel que el solar presenta, y otra sobre rasante con acceso principal por el paseo. Los dos frentes construidos que presenta el edificio van ligados a las características del entorno, de forma que el frente del paseo es continuo y el frente de la zona residencial es de volúmenes salientes y retranqueos.
Este hecho hace que si se observa el edifico desde el paseo se entiende como la suma de tres volúmenes, mientras que si se observa desde la trama residencial se entiende como la suma de cinco piezas.
En cuanto a la distribución, se reparte el programa teniendo en cuenta los recorridos del usuario, localizando las actividades específicas en los volúmenes de la planta superior, dada la mayor independencia de los sectores, y los servicios más relacionados entre sí en la planta inferior.
En cuanto al alzado, se busca un único tipo de abertura que se repita, con unas proporciones y dimensiones más domésticas, que dialogue con las tramas que confluyen en el solar.
En conjunto, se puede concluir en que a pesar de ser un edificio de dimensiones relativamente grandes para el lugar donde se ubica, emplea mecanismos que le permitan adaptarse e integrarse en el entorno que le rodea.