Fuente: Virai Arquitectos (Marta Parra+Juan Manuel Herranz)
Fotografía: Jose Manuel Cutillas
La Bodega institucional La Grajera se encuentra a pocos kilómetros de la capital de La Rioja.
El proyecto busca un equilibrio entre su carácter representativo y su vocación de integrarse en el paisaje, evitando tanto el exhibicionismo como el mimetismo excesivo. Los volúmenes se adaptan a los accidentes del terreno y se quiebran ante la proximidad del bosque cercano, pegándose a su límite y respetando así el arbolado existente.
Un gran zócalo semienterrado de piedra arenisca que alberga la zona de producción de la bodega se pliega y asciende para dejar de ser un elemento del edificio y convertirse en un elemento del paisaje. Frente a esta construcción masiva, la parte institucional de la bodega se materializa en un cuerpo ligero y alargado de vidrio y cerámica oscura.
El tercer volumen, una pequeña torre quebrada que alberga los usos administrativos, completa y cierra por el oeste el conjunto, ayudando a crear la plaza peatonal de acceso a los distintos espacios: una plaza abierta al bosque, al paisaje y al panorama.
La existencia de estos dos accesos a distintas alturas permite a la bodega propiamente dicha quedar semienterrada aprovechando la pendiente del terreno, lo que favorece aspectos del proceso productivo como pueden ser la temperatura constante del terreno, el uso de la gravedad o la ventilación natural.
Los materiales del edificio acompañan estos cambios, pasando del exterior luminoso a los interiores de piedra oscura, en un recorrido didáctico que participa de todas las etapas de elaboración del vino, desde el cultivo de la uva hasta la producción. El edificio intenta buscar soluciones bioclimáticas sencillas, acordes al clima y al lugar en que se encuentra, que muchas veces tienen su origen en las construcciones tradicionales. De esta manera las zonas habitables se disponen al sur, protegiendo las zonas de producción y de fermentación que quedan enterradas y arropadas por la colina, reduciéndose de esta manera las necesidades de climatización. En la cubierta inclinada de la zona de elaboración se dispone una cubierta vegetal que, además de reforzar la integración en el paisaje, aumenta el aislamiento térmico de la misma. La orientación y la sección de la bodega permiten garantizar la ventilación natural del edificio y disminuir la necesidad de ventilaciones mecánicas para los procesos industriales de degustación del producto.
Dentro de los sistemas constructivos utilizados es destacable el uso de una pieza cerámica de fachadas diseñada por el estudio Virai Arquitectos conjuntamente con la empresa española Favetón. La necesidad de establecer celosías que aumentaran la protección solar en los grandes paramentos acristalados del pabellón institucional llevó a buscar un material que pudiera comportarse visualmente de manera homogénea en las zonas opacas de fachada y en las transparentes de celosía.
http://www.faveton.com/a/productos/detalle/29/Pieza%20Especial.html
O escribenos a la dirección del estudio.
Como siempre que no se gana, al principio pensábamos que nuestra solución era mejor, y que este proyecto iba a quedar muy artificial allí, con su muro de piedra y aspecto de chalet de nuevo rico.
He seguido estos años el desarrollo del proyecto, y la rabia se ha ido transformando, primero en curiosidad, y finalmente en admiración: fue una acertada elección la de aquel lejano jurado.
Me sabe mal porque este blog es para comentar arquitectura, y eso es lo que debemos hacer aquí: comentar buena arquitectura, como este proyecto.
No se qué me gusta más si la implantación tan delicada en el paisaje o el interior tan coherente en todas las estancias, y a la vez tan específico de cada función.
Por cierto, estupendo blog: enhorabuena HIC
Y no me ha resultado molesto el comentario de Lorenzo, en absoluto. De hecho me resulta interesante la diferencia de términos y conceptos utilizados en cada campo profesional.
Trabajo en Pamplona y de vez en cuando acudo a Logroño donde tengo buenos amigos y a disfrutar de sus caldos. Este verano tuve la suerte de asistir al concierto de Eli Paperboy en la plaza de La Grajera, y me pareció un lugar espectacular, absolutamente a la altura del mejor de los vinos, y por eso utilicé el símil en mi comentario.
Recomiendo a todos los arquitectos que se pasen por allí a disfrutar de este buen proyecto.
Lorenzo, si te animas, dime cuándo vas y nos conocemos, que seguro que pasamos un rato agradable. Saludos a todos.
Decir que conozco al equipo de arquitectos de este proyecto y lo que desde luego han puesto en él es esfuerzo y mucho cariño, pero sobre todo rigor, un buen esquema de funcionamiento y una implantación en el terreno impecable.
Enhorabuena, ya está publicado...que se sepa.
Por favor, el dialogo constructivo que se ofrece en estos blogs abiertos no se debe desperdiciar con comentarios pseudo-mordaces que, por su poco interés, acaban aportando poco menos que nada.
Salu2!
Un arquitecto lo definiría como un proyecto sensible con el paisaje, o como geoda con interior sorprendente, cosas así.
Aunque es cierto lo que dices, es un buen Rioja