| Joaquim Bosch Viñas
| 2013 | PFC ETSAB (Barcelona)
| Profesores: Estanislau Roca; Josep Bohigas; Cristina Pardal; Fermín Vázquez
El proyecto parte de un concurso para un Centro de Neurorehabilitación en Tarragona, fruto de la demanda existente de un edificio especializado para personas con dependencia física. Un edificio donde acude gente que ha padecido algún tipo de trauma en su vida (accidente o enfermedad); un equipamiento habitado, que pretende acoger a los usuarios y ayudarles en su recuperación y realización personal, desvinculadose de la idea de edificio hospitalario.
EMPLAZAMIENTO
El edificio se sitúa en un solar actualmente abandonado de la ciudad pero con un gran potencial, que ofrece un entorno natural a pocos metros del casco antiguo; al final de la colina aterrazada donde los romanos decidieron fundar la antigua Tarraco. Su posición elevada ofrece unas vistas excelentes del entorno con el mar de fondo.
HISTORIA
Tendemos a relacionar Tarragona con los romanos, pero la ciudad fue plaza fuerte militar durante mucho tiempo. En el siglo XVIII las murallas llegaron a ocupar la misma superficie que la ciudad que defendían, pasando a ser su imagen más característica. Esta situación cambió drásticamente con el asalto napoleónico de 1811. La derrota de la ciudad dejó en evidencia la pérdida de utilidad de las murallas. La ciudad se amplió entonces hacia el mar en terrenos más llanos, olvidando la topografía difícil que ocupaban las murallas.
ESTRATEGIA URBANA
El proyecto nace de una doble estrategia (interior/exterior) y una doble escala (usuario/territorio): primero proporcionar a los usuarios del centro un lugar agradable para su recuperación diaria; segundo, recuperar la memoria histórica del lugar, aprovechando su exposición urbana, para redescubrir el alcance de esa muralla que ahora se encuentra en gran parte escondida.
FORMALIZACIÓN
De esta forma el edificio se amolda al perímetro exterior del baluarte, dominando el paisaje sin un impacto agresivo, apelando a una forma previa existente. Los accesos públicos se sitúan en el patio, arropando al usuario. La cubierta se pliega para permitir las vistas en las buenas orientaciones y el asoleo del patio; al mismo tiempo que configura un volumen único abstracto separado del baluarte, respetándolo y dotándolo de uso.
PROGRAMA
El programa se divide por estratos, de menos a más autonomía y privacidad: en el zócalo, dentro del baluarte, se sitúa el gimnasio y salas de rehabilitación; en la planta baja el centro de día, la administración y el bar; y en las plantas superiores la residencia, entendida como un hogar expandido, dónde se combinan las zonas más privadas (habitaciones) con espacios comunes a doble altura. Estos tres estratos se corresponden con la imagen de la fachada: el zócalo es el baluarte existente, de piedra calcárea. El volumen superior se identifica con unas lamas en Z de latón con las alas perforadas, que unifican la fachada, al mismo tiempo que se adaptan a las orientaciones específicas de cada fachada, permitiendo las vistas pero protegiéndose de la radiación directa. La planta baja hace de transición entre lo nuevo y lo viejo, donde las vistas desde el interior quedan encuadradas entre el baluarte y las lamas.