| Mercè Amat Tauler
| 2013 | PFC ETSAV (Barcelona)
| Profesor: Claudi Aguiló
“….entrenar la habilidad en adaptarse a la situación existente y a los recursos disponibles…como si no hubiese nada más…”
Proyecto final de carrera que intenta ensayar la transformación de un sector industrial que, inicialmente, no tendría una valor patrimonial muy catalogable pero que si representa una tipología constructiva muy presente en el territorio.
Esta tipología se basa en naves industriales de construcción reciente que están experimentando una creciente degradación a raíz del traslado de las empresas que las ocupaban a otros sectores fruto de la modificación de sus necesidades.
La zona escogida se enmarca dentro de lo que podríamos designar como “zonas a la deriva”. Parcelas, polígonos o construcciones arquitectónicas que han quedado detenidas entre tejidos urbanos o entre fragmentos de ciudad consolidados.
Estos acostumbran a ser sitios llenos de experiencias, vestigios, posesiones, conjeturas y fracasos. Se componen por escenarios donde es difícil distinguir entre el interior y el exterior, la realidad o la ficción y dónde el pasado resuena en el futuro.
Se considera pertinente este proyecto porque intenta responder a la pregunta: ¿Qué podemos hacer con lo que tenemos?
Y ¿Cómo se intenta responder a esta pregunta?
Demostrando la vigencia de la situación actual gracias al planteamiento de un enfoque conceptual alternativo, reconociendo la capa de ciudad existente y trabajado su transformación mediante la introducción de una nueva capa que potencie sin anular las preexistencias.
Urbanísticamente el modelo existente es vigente porque presenta, en su configuración arquitectónica, una oportunidad para reforzar el nuevo Parque de la Sagrera consolidado la porosidad inherente del tejido.
A través de un reconocimiento de la posibilidades del sitio, se provoca que sea la propia arquitectura que decida cual es su futuro. Serán el conjunto de llenos y vacíos que se dejan llevar, sin esfuerzo, hacia una nueva función. Y eso es posible porque la actividad pasada y la futura tienen puntos en común en su organización.
La configuración de la nueva capa que adapta la situación a los nuevos comportamientos se basa en cuatro estrategias.
La primera consiste en adaptar los usos actuales y los nuevos usos a la arquitectura existente, mediante la obertura de nuevos accesos y nuevos viales que potencian las características de la zona. Y adaptar cada pieza del programa, según sus requerimientos, a la pieza de la parcela que se le asimila más fácilmente.
Todo el material que es necesario desmontar para la nueva configuración se conserva y se cataloga porque será el material base en la configuración de la nueva arquitectura.
La segunda estrategia consiste en completar la situación arquitectónica existente para adaptarla a las nuevas necesidades mediante la modificación, intercambio, desplazamientos o reinterpretando la función de los elementos constructivos existentes.
La tercera consiste en la transformación puntual de ciertos cerramientos exteriores para mejorar las condiciones de confort interior y la introducción de unos contenedores de madera donde se instalarán las piezas de programa habitable.
Finalmente la consolidación de unos espacios exteriores verdes que transformen las cualidades del sector y refuercen, al mismo tiempo, el estrecho Parque de La Sagrera.