|Ana Rodríguez San José
|2012 | Master 1 Accademia di Architettura di Mendrisio
| Profesor: Martin Boesch
The project is about the reuse of a flour mill, which is situated in front of the train railway, next to the Giubiasco station. The intervention consists on adapting the existing building to new functions to reactivate the area, which is the frontier between industrial fabric and town. Because of this, the complex becomes an articulation, a new point of reference in the territory. The attractive center has spaces for: atelier, conference hall, library, bar, museum, shops, student housing, offices… all complemented with a green area with a park and an urban vegetables garden.
To regularize the volume, it has been added a new box that stands out four meters in the main facade and in the south facade aligns with the existing building.
The building is conceived as a social housing. The housing typology is variated with simplex, duplex and triplex; from one room to six rooms and with one or two entries. If the existing structure restricts the actuation, in the new added volume is developed a new housing typology with patios.
The intervention tries to conserve all the existing structure, from the empty silos made in reinforced concrete and the metallic structure of beams and pillars and wood pavement. The added box is supported by a beam of one meter high made and allows to dispose a metallic rectangular structure of pillars. Terrace structure grows up from the ground floor, avoiding to charge in the existing structure. The façades are isolated to acquire a continuous sking in the building and the panels e-flect give the external finished.
texto en castellano
Como parte del estudio del desarrollo urbanístico de la comuna de Giubiasco, es fundamental conocer el desarrollo de toda la llanura del Magadino para entender cuál es la importancia y el potencial urbanístico del lugar en el que nos encontramos.
Trabajos históricos en la superficie del Magadino_
La llanura del Magadino, con una superficie de aproximadamente 3500 hectáreas, constituye el área de llanura más extensa del cantón del Tesino. El plano se extiende desde el Lago Maggiore, en la dirección de Bellinzona, hasta una línea que une idealmente Giubiasco y Monte
Carasso, a una altitud compresa entre 193 y 200 m. Los primeros vestigios de asentamientos que datan del período tardoetrusco y romano: los pueblos se situaban en el borde de la llanura, aprovechando los diversos conos aluviales que proporcionaban un refugio parcial de los pantanos e inundaciones. Durante siglos, el plan resultó prácticamente improductivo: se trataba, de hecho, de una zona insalubre que se hizo difícil de explotar debido a las inundaciones frecuentes y a los cambios del curso del río Tesino y de sus afluentes.
Hasta mediados del siglo XIX, la llanura del Magadino era una importante zona de tránsito, en cuanto a los flujos comerciales a través del paso de San Gotardo, que eran dirigidos principalmente a lo largo del lago Maggiore, y el municipio del Magadino constituía el punto de carga y descarga de mercancías y Giubiasco el punto de distribución a través del ferrocarril.
Aprobados entorno al 1885, los trabajos de corrección del río Tesino comenzaron en 1888, y continuaron, con interrupciones, hasta la segunda mitad del siglo XX. Las obras de terraplenado también permitieron el inicio de los trabajos de remodelación, llevados a cabo en cuatro etapas principales (1918-21, 1929-42, 1942-55, 1956-61), lo que hizo cultivables la mayoría de los suelos aluviales. La llanura del Magadino se convirtió de este modo en la zona agrícola más importante del Tesino (aprox. cuatro quintas partes de la producción de frutas y verduras cantonal a principios del siglo XXI).
Giubiasco ha sido, y sigue siendo, un área importante de conexión entre Locarno y el resto del Tesino. Esta ciudad, así como otras en la llanura del Magadino, serán objeto de una profunda trasformación territorial, debido a la ejecución del Alp Transit, que por un lado cortará el territorio, y por otro lo conectará creando una mayor cohesión y fuerza entre las localidades.
Preservar la memoria histórica a través de sus edificios significa mantener la identidad de un pueblo. Su adaptación a diferentes usos, hace que los edificios posean un lugar en el futuro de la ciudad. Hoy en día, la noción de patrimonio se ha ampliado, abarcando desde los restos de la historia temprana e incluyendo edificios del siglo XX, junto con los lugares de valor histórico y medioambiental, desde la arquitectura vernácula hasta la arquitectura industrial. Por lo tanto, es necesario intervenir en el patrimonio industrial, para transformarlo y hacer uso como estructuras utilitarias en la actualidad. Este concepto se inserta en un proceso de regeneración que sigue la tendencia a la recuperación de zonas industriales, muy extendida en Europa y EE.UU. en los últimos años.
El complejo Agricola Ticinese juega un papel primordial en el contexto de Giubiasco como punto de referencia en el territorio. El solar se encuentra en una posición “táctica”, en la zona industrial frente a la vía del tren, de ahí la importancia fundamental y central que tendrá el edificio en un futuro próximo de Giubiasco como un nuevo centro de atracción de la ciudad.
Además, se propone un proyecto de recualificación, no sólo del edificio en cuestión, sino también del área circundante, que hoy en día se encuentra ocupada por edificios industriales, pero que en un futuro, que se espera próximo, vendrá caracterizada por zonas verdes, parques, paseos…que van a dar una nueva fachada al frente de la vía del tren y, de esta forma, a toda la ciudad.
RE-USO. HABITAR UN COMPLEJO INDUSTRIAL
GIUBIASCO, SUIZA
El proyecto consiste en el reuso de un molino de harina, que se sitúa frente a la vía del tren, junto a la estación de Giubiasco. La intervención consiste en adaptar el edificio existe para acoger nuevos usos que reactiven la zona ejerciendo de frontera entre el tejido industrial y la ciudad. El complejo se convierte en la articulación, un nuevo punto de referencia en el territorio. El centro de atracción alberga: atelier, sala de conferencias, biblioteca, bar, museo, tiendas, residencia de estudiantes, oficinas…todo ello complementado por un área verde compuesta por un parque con campos de fútbol y basket y un huerto urbano.
Para regularizar el volumen, en la parte superior se añade una ™caja rectangular∫ que sobresale cuatro metros en la fachada principal y que, en la fachada sur, se alinea con el edificio existente.
El edificio se concibe como vivienda colectiva con espacios comunes. La tipología de viviendas es variada con simplex, duplex y triplex; desde una hasta seis habitaciones y con una o dos entradas. Además, en el nuevo volumen añadido se desarrolla una nueva tipología con patios debido a que la estructura existente restringe la libre actuación.
La intervención trata de conservar las diversas estructuras existentes, tanto los silos vacíos de hormigón como la estructura metálica de vigas y pilares y pavimento de madera. El volumen añadido en forma de caja, es soportado por una viga de un metro de altura que permite la disposición de una estructura regular de pilares metálicos con la correspondiente distribución de nuevas cargas. La estructura metálica de las terrazas crece desde el suelo y se ancla a los forjados, para evitar las cargas en la estructura existente.
Las fachadas se aíslan térmicamente para conseguir una piel continua en todo el edificio que, finalmente, se reviste con paneles e-flect como acabado exterior.
En la cubierta, se emplaza un jardín en altura donde se responde a las necesidades con vegetación, que permite disminuir la contaminación y establece una barrera de protección acústica, creando a su vez un sistema de protección solar.