Fuente: Vivas Arquitectos + Paud Vidal + Arquitectura Produccions
Condicionantes.
El proyecto que proponemos para el edificio de viviendas y alojamientos de la calle Alí Bei n º 100-102 quiere dar respuesta a las características particulares del conjunto de cinco parcelas que conforman esta isla fragmentada del ensanche y su entorno. La singularidad de este conjunto se origina en el momento en que se recupera un espacio anteriormente ocupado por las vías del tren, convirtiéndose en un espacio verde y de ocio. Esto origina un proceso de transformación urbanística del cual es parte nuestro proyecto y las parcelas contiguas. Lo que había sido claramente uno detrás ruidoso y sucio se convierte en una fachada soleada y con grandes visuales. Esto sin embargo genera una serie de tensiones que radican en la coexistencia de edificios que responden a diferentes realidades. En concreto los edificios de las parcelas contiguas con una profundidad edificada muy inferior a la permitida actualmente hacen que las medianeras del edificio propuesto tengan una gran presencia desde el puente de la calle Marina y desde la calle Cerdeña, lo que provoca que el futuro edificio se perciba más como un edificio aislado que no como un edificio entre medianeras. Por otra parte la calle de Alí Bei también tiene unas condiciones muy particulares en este tramo, caracterizadas por el poco tráfico que genera la diferencia de nivel con la calle Marina.
Implantación.
Partiendo de estos condicionantes y los requerimientos programáticos solicitados, se propone un edificio formado por dos cuerpos edificados separados por un patio central que funciona como pulmón verde y como espacio de comunicaciones. Los dos volúmenes, lo que tiene fachada a la calle de Alí Bei ocupa todo el ancho de la parcela y consolida el frente de manzana que da a esta calle. El segundo cuerpo edificado se concibe como edificio aislado, con sus testeros tratados como fachadas gracias al desplazamiento asimétrico de estos respecto a los límites de la parcela. El tratamiento diferenciado de estas nuevas fachadas responde a las diferentes realidades del contexto al que se enfrentan. Concretamente, el tester de Marina retira tres metros y se practican aberturas, mientras que el del testero orientado a la calle Sardenya sólo retira un metro y se mantiene opaco. Esta estrategia de separarse de las parcelas vecinas y su concreción responde a varias motivaciones. La primera de ellas es la necesidad de dar una respuesta adecuada a la fuerte presencia que estos testers tendrán principalmente, desde el puente de la calle Marina, y con menor medida, desde la calle Sardenya. La segunda, ya esbozada, toma en consideración las dos parcelas contiguas caracterizadas por unas edificaciones existentes de menor profundidad edificable y de menor anchura de fachada, así como los dos edificios ubicados a ambos chaflanes de la calle Alí Bei que cierran el isla y que tienen frentes diferenciados confrontados a testers del edificio que proponemos. De los dos chaflanes, el de la calle Marina presenta un frente con las galerías características de un interior de manzana del Eixample, mientras que el de la calle Sardenya es completamente ciego debido al núcleo de comunicaciones vertical que ocupa esta posición. Finalmente y ya sólo tomando en consideración las ventajas que supone el desplazamiento para el propio proyecto, se consigue una mejor ventilación e iluminación del patio central, así como la ampliación y aparición de nuevas visuales sobre el particular entorno donde se ubica la propuesta.
Programa.
Una vez descritas las características volumétricas y de implantación, otros aspectos significativos de la propuesta se refieren a aspectos normativos ya la organización del programa. En cuanto al número de plantas y en base al artículo 255/6 del PGM aprobado el 02.10.2006, se ha desdoblado la planta baja en dos, incrementando en una planta del edificio, pero manteniendo siempre los gálibos definidos por el planeamiento. Este aumento permite distribuir los alojamientos de una manera más holgada en las dos primeras plantas y las viviendas en las cinco restantes.
La planta baja se trata como un equipamiento, es decir en ella se ubican todos los espacios colectivos del programa de los alojamientos incorporando el patio central y lateral como espacios de comunicación y relación. Es en el patio central donde se ubican los núcleos verticales de comunicación. Los accesos a estos núcleos se realizan a través de dos pasajes colocados en los extremos opuestos de la fachada de Alí Bey atravesando este cuerpo edificado y garantizando un funcionamiento independiente de ambas partes del programa. El pasaje de acceso a los alojamientos ha dotado de una mayor altura, enfatizando el carácter más público y de equipamiento de esta parte del programa, mientras que el de las viviendas, de menor altura, tiene un carácter más reservado y privativo .
En la primera planta se ubican los alojamientos que, a pesar de sus reducidas superficies, mantienen el carácter y el ritmo de las viviendas de las plantas superiores.
Las cinco plantas restantes, destinadas a viviendas, se organizan en base al desplazamiento realizado en los testeros. Gracias a la buena iluminación y las vistas diagonales hacia el puente de Marina el núcleo vertical de comunicaciones se convierte en un espacio de relación en continuidad con los espacios colectivos ya previstos en el programa y que se encuentran ubicados en la tercera, quinta y sexta planta del cuerpo con fachada al campo de fútbol.
Tipologías.
En las viviendas proponemos una distribución que evita la segregación funcional de sus partes. Todas las unidades son pasantes y están dotadas de dos terrazas que no sobresalen del plano de fachada. Una de ellas funciona como filtro de acceso entre las pasarelas y el interior de las viviendas, el otro como extensión exterior de las salas de estar. En las viviendas de dos habitaciones proponemos una tipología poco convencional formada por una suma de estancias contiguas que evitan un espacio organizado jerárquicamente en base a las diferentes funciones del programa (día-noche), con un grado de ambigüedad que permite apropiaciones diversas de los espacios. Por otro lado, la disposición del conjunto salón-cocina-comedor en zigzag enfatiza las diagonales y permite visiones oblicuas entre fachadas opuestas, aumentando la sensación de amplitud espacial.
Sostenibilidad.
Los criterios energéticos que han regido durante el proceso de diseño de los sistemas de acondicionamiento climático del proyecto, parten de la voluntad de minimizar una tecnificación excesiva que siempre va acompañada de un aumento significativo de los costes. Por ello se ha dado mucha importancia al diseño de una buena arquitectura pasiva con sistemas convencionales capaces de aprovechar al máximo las condiciones particulares del clima mediterráneo donde se encuentra el proyecto. Mediante un patio central semi-climatizado y la plantación de vegetación en este mismo espacio se consigue reducir la demanda energética en un 55% respecto a un edificio convencional sin ningún tipo de aumento presupuestario.