|Mª Isabel Jiménez Muñoz
| 2012 | PFC ETSAM (Madrid)
|Profesor: José Antonio Ramos | Unidad Docente: Ignacio Vicens
Trepando y destrepando verdes colinas tapizadas de huertos y olivares, las murallas medievales de Fez, todavía circundan la mayor parte de la antigua ciudad.
El trazado urbano es un inmenso laberinto de estrechas calles, pasajes cubiertos, escaleras, callejuelas, pasadizos y fondos de saco.
Fez se entiende como una ciudad aglomerada, volumétrica, cuyas edificaciones se funden entre sí para formar un rompecabezas de compactos bloques poliédricos, sin un orden claro y que crece en todas direcciones.
El solar se sitúa en la ladera Sur de la Medina, limitado por la carretera de circunvalación que conecta con la ciudad más reciente y el trazado de la muralla. Es una zona irregular de pronunciada pendiente atravesada por la muralla o los restos de ella. Se produce una situación de intersección, de unión o de límite con la ciudad.
El proyecto busca la continuación de la fachada de Fez, una ciudad escalonada, construida a distintos niveles y con edificaciones muy geométricas.
Se trata de un perfil muy característico, es el que da sentido al conjunto de la ciudad; desde fuera de ésta ya se intuye lo que ocurrirá una vez dentro de la medina y es lo que te invita a descubrirlo.
Dado el solar, en el primer plano y en el nivel mas bajo de la ciudad, se propone seguir con esa misma fachada que la caracteriza y ayudado de la vegetación existente terminar el tercer perfil de la ciudad.
Desde el principio se trabaja con la imagen exterior del proyecto y la localización de éste. La primera intención es resolver la problemática del fuerte desnivel y la conexión con la ciudad… El edificio entra en contacto con el solar en diferentes cotas, adaptándose al terreno y permitiendo así un distinto juego de cotas interiores.
Una vez situado el proyecto y teniendo las primeras orientaciones con respecto a la imagen exterior, se intenta trabajar el espacio interior con el mismo lenguaje y dar la misma respuesta que se le da al interior de la ciudad…
El interior se define como un gran vacío principal, creando en un mismo espacio diferentes sensaciones de escalas, buscando distintas situaciones espaciales, percepciones cambiantes, entradas de luces diagonales, directas e indirectas…
Cerramiento de celosía de hormigón prefabricado GRC. Se obtiene mediante la combinación de tan solo cuatro tipos de paneles distintos, en función del número de perforaciones y por tanto de la opacidad de éstos. El diseño de la fachada hace que las perforaciones tiendan a agruparse, consiguiendo diversos fines en función de su ubicación, iluminando de forma natural los espacios interiores.
Se crean 4 patrones de repetición. Cada unidad cuenta con 4 variables, generados por las operaciones geométricas de giro y simetría. Por tanto: 4 UNIDADES = 16 VARIABLES
La impresionante vista desde el interior magnifica los espacios que la disfrutan.
“Fuera” se busca de algún modo una estrategia “contextual” y para ello jugar con los elementos que caracterizan el lugar (muralla, ciudad masiva, pesada, contraste con el paisaje…) y del mismo modo pero “en un dentro” esa narración continúa con una entrada difusa de luz, apartar referencias de lo preexistente y construir el interior mediante planos de hormigón, vidrio, madera, celosías… Nada que haga recordar lo caótico de la ciudad y que permita estancias tranquilas y únicas.
Las intenciones de proyecto se explican a través de la sección longitudinal principal, que es la que responde a todas las decisiones tomadas, tanto de idea como de funcionalidad.
El corazón del edificio es la sala principal de lectura. Un espacio recortado para crear percepciones múltiples y cambiantes a medida que te adentras en la sala.
Juego de volúmenes, de llenos y vacíos, de diferentes entradas de luz… buscando con todo ello distintas situaciones espaciales en un espacio único y continuo.
Los espacios superiores vuelcan hacia el vacío principal, buscando visiones cruzadas, diagonales e interacción de actividades.
El hormigón de los muros, es quien conforma el interior, transponiendo un orden blanquecino completamente abstracto y rectilíneo, unido además con las celosías de cerramiento que introduce en ese orden el estado cambiante a través de la entrada de la luz al interior.