Fuente: Aq4 Arquitectura
La propuesta se articula sobre dos premisas principales.
Por un lado, la voluntad clara de poner en valor los elementos que caracterizaban el edificio original. Así, el edificio acoge el programa más representativo dentro de la estructura y espacio reconocido por paso del tiempo. Asimismo, la circulación vertical sube a lo largo de la medianera preexistente mostrando huella de la historia del edificio. La intervención, definida como grado medio, también reutiliza elementos que se fueron depositando a lo largo del uso. Se trata de ser uno más dentro de la memoria proponiendo la convivencia del pasado con un futuro contemporáneo propio del siglo XXI.
Por otra parte, la necesidad de vaciar la sección consiguiendo un patio diagonal que relacione los diferentes niveles a medida que va subiendo para buscar la luz. La posición estratégica en esquina de la caja reconocida como corazón de la Lealtad respecto a la configuración del resto de la parcel.la obliga a pensar en cómo hacer llegar la luz en el interior, revalorizando elementos estructurales, reinterpretando los espacios y recuperando la cubierta como punto final del patio tragaluz.
La clara accesibilidad del edificio por la calle Olzinelles y por la calle Dalmau permite generar dos entradas a diferentes cotas ya diferentes partes programáticas. Al mismo tiempo, se pueden relacionar los niveles visualmente mediante el espacio representativo del bar, local social, punto de encuentro. La posible apertura de la calle María Victoria en un futuro, nos hace pensar en un medianera gruesa de patios fácilmente reconvertible en fachada.
La sala polivalente, junto con el espacio escénico y la sala taller, está pensada desde la flexibilidad y la múltiple combinatoria a fin de dar respuesta a la posible variabilidad programática.
La posición estratégica del espacio escénico permite actuar como tal respecto a las dos salas, ampliar cada una de ellas o generar un solo espacio diáfano de 357m2. El control lumínico de la fachada existente y la adecuación acústica se hace mediante una cortina que redibuja la sala y se recoge a un lado de la sala sobre el espacio de acceso al edificio desde la calle Olzinelles.
En cuanto a la estructura, los forjados se refuerzan para corregir las posibles vibraciones aumentando la sección con una capa de compresión de 5 cm con conectores. Se protegen los elementos metálicos con pintura intumescente y acabado con pintura oxiron. La nueva estructura vertical parte del muro-medianera que se formalizando a medida que va hacia la luz. En planta baja se generan un marcos que reinterpretan el espacio entre pilares y entre los diferentes niveles existentes, creando una fachada interior virtual donde se desarrolla parte de la actividad social.
La fachada se mantiene íntegramente valorando la secuencia de agujeros desde el interior y utilizando alguna preexistencia para configurar los cierres vidriados.