Fotografía: Lluis Casals
Uso
El Banc de Sang i Teixits (BST) es una empresa pública dedicada a la obtención y procesamiento de sangre y tejidos humanos, así como a la terapia a partir de células progenitoras. Esta nueva sede juega un rol fundamental en la consolidación de Barcelona como centro internacional de investigación biomédica. El carácter innovador del centro y la complejidad se sus requerimientos llevaron a plantear un proceso de participación activa de los futuros usuarios.
Una de las dificultades del programa es la gran variedad de procesos que se desarrollan en el centro, que requieren de unas condiciones de trabajo específicas, así como la necesidad de mantener unos niveles de seguridad, tanto física como biológica, extraordinarios y de garantizar la continuidad de la producción y el mantenimiento de las reservas en todo momento. El edificio dispone de una gran área de tratamiento de la sangre, que por razones funcionales está situada en el subsuelo de la plaza situada frente al edificio. En esta misma planta se sitúan los contenedores criogénicos para la conservación de las células madre, así como las zonas de carga y descarga de productos.
En las plantas superiores del edificio se sitúan los laboratorios de análisis y validación de la sangre, así como espacios de investigación de las distintas especialidades del centro así como los espacios de gestión. En esta misma zona se sitúan las salas blancas, espacios dotados de sistemas de filtros que garantizan la pureza ambiental absoluta.
Orden
Uno de los mayores retos de un edificio contemporáneo es su capacidad para aceptar programas y organizaciones diversas de las previstas en su inicio. Contrariamente a lo que suele pensarse, consideramos que esta flexibilidad no se consigue tanto a través de la movilidad de las divisiones como por la permanencia y claridad del orden que forman la estructura, los usos y las instalaciones.
En la nueva sede del BST existe una primera coincidencia entre la estructura y el espacio arquitectónico. Los muros portantes, formados por las fachadas de hormigón y los núcleos de acceso y servicio interiores, son la única estructura del edificio y son a su vez los límites del espacio interior. La contundencia del muro permite obtener espacios diáfanos de grandes dimensiones (12 x 20 m) capaces de alojar múltiples organizaciones funcionales, mientras que la concentración de huecos verticales en el interior de los núcleos de servicio permite optimizar el sistema estructural de los techos. La dimensión de los huecos de la fachada hace que esta se comporte como una gran malla estructural, y permita liberar la planta baja de parte de los soportes.
El segundo orden es el de los usos y los accesos. La concentración de los espacios de servicio, que incorporan tanto los accesos verticales como las redes de instalaciones y los sanitarios, en las cuatro cajas dispuestas en el interior del edificio, permite abastecer toda la planta y liberar el resto del espacio para admitir los espacios de trabajo. Un corredor central une los cuatro núcleos y ofrece una visión panorámica, permitiendo la visita del centro sin interferencias en su funcionamiento. La modulación de los huecos de la fachada de acuerdo con la dimensión mínima de un despacho, junto con el tamaño de los macizos de hormigón, coincidente con la medida de las divisiones contra fuego, permite la distribución de los espacios interiores con la máxima flexibilidad y admitiendo diversos sectores de incendio sin que ello afecte a las fachadas.
Finalmente las instalaciones proporcionan el último pero quizás más contundente orden. El recorrido de los conductos de ventilación así como la necesidad de registro mantenimiento de las redes, genera unas leyes propias que se desarrollan bajo patrones orgánicos según la lógica de la circulación de fluidos, y que a menudo interfieren en la geometría de los edificios. La concentración de todos los conductos verticales en el interior de las grandes cajas de servicio, que a su vez constituyen la estructura portante, vuelve a plantearse como una buena opción. Del mismo modo que los nervios recorren el interior de la columna vertebral de nuestro cuerpo, las redes y los servicios más sensibles, pero también más peligrosos en caso de incendio, quedan segregados de los espacios de trabajo y encerrados en fundas de hormigón.
Materia
Si el orden arquitectónico contribuye a crear el alma del edificio, su argumento profundo, la concreción material aporta adjetivos y una nueva dimensión poética del objeto. La materia aparece como expresión sensible de una existencia real, del valor y la verdad del objeto. El revestimiento, que bajo las más diversas formas ha acompañado toda la tradición de construcción mineral mediterranea a lo largo de la historia, desaparece para manifestar la esencia del modelo material y constructivo. El hormigón blanco de los muros, la madera de castaño de las carpinterias o el cristal tecnológico de los huecos, se han elegido por sus cualidades físicas, como la resistencia o la durabilidada, pero tambien por su belleza, por el contraste que generan entre mineral y vegetal, entre pesado y ligero, que otorga al edificio una poética propia.
La elección de los materiales tiene tambien otros efectos que hasta hace poco desconocíamos: la energia consumida en su fabricación y puesta en obra es la segunda causa de emisiones de CO2 de un edificio, después de la climatización. A diferencia de los consumos producidos durante la utilización del edificio que se prolongan a lo largo de los años, la energía incorporada en el proceso de construcción se consume una sola vez. Si incrementamos la durabilidad, técnica y funcional, de nuestros edificios obtenemos directamente una mejora en las emisiones asociadas a la construcción para todo el ciclo de vida.
Por ello optamos por la utilización de materia mineral para los elementos fijos del edificio, cambiando durabilidad por emisividad, y por la preponderancia de materiales con baja energía incorporada para los acabados, que previsiblemente van a sufrir modificaciones a lo largo de la vida del edificio cómo carpinterías y revestimientos de madera de castaño, pavimentos de linóleum… Se trata además de materiales sanos, con bajas emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COV).
En este sentido el BST es también innovador, seguramente el primer edificio público en el que se han analizado y corregido los campos electromagnéticos terrestres. También se han utilizado pavimentos conductores, eliminado pinturas y varnices con disolventes orgánicos, controlado la calidad de la iluminación natural y artificial, con una reducción importante de la luminancia y de los contrastes…
Energía
La reducción de los consumos de energía y de las emisiones CO2 eq, causa principal del efecto invernadero, es un objetivo primordial de nuestra arquitectura. En un edificio de oficinas, la carga interna produce un notable calentamiento del edificio, hasta el punto de requerir de refrigeración incluso en periodos fríos: imaginen que ocurre con edificios cerrados y grandes muros cortina de cristal!
En el BST el carácter estructural de la fachada, con una importante masa térmica y un porcentaje de huecos inferior al 50%, actúa a modo de escudo exterior contra el sobrecalentamiento, limitando el salto termico en la cara interna del cerramiento, que dispone de 10 cm de lana mineral para limitar las perdidas por transmisión en periodo invernal y eliminar el riesgo de condensaciones.
Los cristales selectivos, con factor solar (FS) de 0,50 y factor lumínico (FL) de 0,30, se protegen de la radiación solar con unas persianas cóncavas altamente reflectantes (95%). Estas persianas gestionadas junto con la iluminación artificial, a través de un sistema Daly, se hallan en el interior del edificio para evitar los efectos del clima marítimo y del viento. Un doble movimiento permite que una parte de esta luz reflejada se dirija hacia el interior del edificio, y a través del falso techo, ilumine los espacios de trabajo.
El sistema de climatización es de volumen de aire variable (VAV), con climatizadores en la cubierta, equipados con modulos de enfriamieto natural (free-cooling), y recuperadores de calor entálpicos y frigorificos que permiten recuperar el 100% del calor que emana del edificio con la renovación del aire. La regulación interior se efectua con camaras de mezcla y compuerta de tres vias. La producción de frio se realiza por medio de refrigeradoras centrifugas con turbinas sin rozamiento, que levitan sobre un campo magnético, condensadas por torres de refrigeración adiabáticas que evaporan agua freática. El conjunto permite obtener una relación de eficiencia (COP) de 8,5 (Wfrio/Welectrico) para potencias cercanas al 50%. La producción de calor se realiza con calderas de condensación de gas. Todas las bombas y ventiladores son de caudal variable.
La demanda final de energia térmica del edificio, zona de oficinas, es de 8 kWh/m2·año de calor y 24 kWh/m2·año de frio. La suma de estas estrategias permite que el edificio del BST ahorre un 72,12% del consumo energético de cliamtización (84% en el de la producción de frio) respecto al que requeriría un edificio convencional del mismo uso y hace que sea uno de los edificios pioneros en innovación tecnológica y estrategias de lucha contra el cambio climático del área mediterránea.
El BST ahorra casi un millón y medio de kWh anuales (1.445.600 kWh) equivalente al consumo anual de 429 viviendas. La reducción de emisiones de CO2 será de 963 Tm lo que equivale a 669 viviendas.
Esta reducción de consumos és ademaás muy rentable. Según un estudio elaborado en el marco del programa b_EFIEN la inversión adicional para lograr este objetivo, qualtificada en 1 M€ de coste, sobre un presupuesto de 29 M€, aportará un ahorro anual de más de 250.000 €.

Link al proyecto completo en SaAS
Ficha del Proyecto
Emplazamiento:
Barcelona
Promotor:
Consorci de la Zona Franca de Barcelona
Usuario:
Arquitectos:
J. Sabaté (1960), H. Espeche (1955), A. Cazurra (1973), SaAS
Equipo:
Á. Casas, A. Ferrer, L. Fernández, M. Garrido, F. Imbrogiano, I. Murakame, F. Pesl, M. Rodríguez, D. Soler
Concepto medioambiental:
J. Sabaté, C. Peters, SaAS
Estructuras:
R. Brufau, M. A. Sala, N. Costales, BOMA
Instalaciones:
J. Cera, C. Planas, Grupo JG
Geotecnia e hidrogeotecnia:
C. Salvador, Geotecnia
Estudio recursos freáticos:
J. Guimerà, Amphos 21
Iluminación natural:
Bartenbach Lichtlabor, Innsbruck
Bioconstrucción:
E. Silvestre, Habitat Saludable
Control económico:
A. Moreno, SaAS
2008-2010
Superficie parcela:
10.564 m2
Sup. Construida sobre rasante:
9.998 m2
Sup. Construida bajo rasante:
6.632,24 m2
Coste:
29 M€Premios y exposiciones:
Premio Barcelona Meeting Point – Endesa, 2010
Sustainable Architecture 2010, European Architect’s Council of Europe
Finalista Energy Europa Awards, del Parlamento Europeo, 2011
Representante español en el World Sustainable Building Conference, Helsinki 2011
Bienal de arquitectura de Buenos Aires, Argentina, 2011
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