Fuente: Juan Cueto, Sofía Alonso y Néstor Marcos
Lema: CESTA
El mercado se entiende como un conjunto de piezas empaquetadas de forma ordenada por productos; al igual que los propios puestos individuales, se organizan por bandejas o zonas. Es una metáfora que construye todo el edificio de la misma forma, por paquetes que se envuelven, y que finalmente quedan dentro de una cesta, la cual es el edificio. De esta idea nace una fachada uniforme que envuelve el edificio, con todas sus funciones y vida interior.
La envolvente, se materializa en un grueso paquete, que esconde, entre dos pieles, una interior y otra exterior, la estructura portante, la subestructuras necesarias, las carpinterías, instalaciones, etc.
La celosía exterior se configura en una serie de piezas cerámicas, y es practicable en la gran mayoría del perímetro para abrir el edificio a la ciudad, además de regular la luz y el soleamiento según las necesidades.
La piel interior, dependiendo de la parte del edificio, repite la celosía cerámica, dando mayor profundidad a la misma, se traduce en unos paneles metálicos de se deslizancontrolando, visibilidad, iluminación y soleamiento, o sencillamente se construye como un elemento opaco panelado.
Entre ambas pieles existen, en cualquier caso, las correspondientes carpinterías practicables y vidrios, que además de climatizar el edificio, permiten que éste se sea permeable visualmente, y que pueda ventilar naturalmente. En definitiva, las tres capas móviles, permiten un control total por parte del usuario, de la relación del espacio interior con su entorno. Desde desaparecer para provocar una permeabilidad total, hasta cerrarse y climatizarse por completo.
Separados de esta gruesa envolvente aparecen ordenados los paquetes por funciones y programa: mercado, bazares, oficinas, etc. Estos, a su vez, contienen los puestos, restaurantes, tiendas, despachos, etc., que pueden ser independizados al mismo tiempo, por su propio cerramiento perimetral. De esta forma, una única idea de orden, configura todo el proyecto.
La pieza más esencial, que tiene su propia identidad, se integra dentro de un conjunto mayor, que a su vez se encuentra en el interior de otro, para finalmente quedar en el interior de la ‘cesta’.