Fuente: Octavio Mestre
Fotografía: Lluís Casals

Generalidades
El proyecto pretende optimizar el reducido espacio de la antigua Clínica Olivé Gumà que se tiró al suelo, manteniendo sólo la fachada, para reconvertirla en la nueva Clínica en Barcelona de Aresa, la compañía médica de la Mutua Madrileña. El apeo de las fachadas y la necesidad de excavar las plantas sótano, con sus nuevos cimientos que recalzan las edificaciones vecinas, obligó a utilizar un complejo sistema de micro pilotaje, además de a situar 4 grandes pilares que se enmascaran entre las plantas sótano, en una operación similar a la realizada en la barcelonesa plaza de Toros de las Arenas.
Organización en planta
La clínica está divida en dos sectores de incendios, cada uno con sus escaleras independientes que harán las veces de escalera principal y de uso interno y emergencia y dispone de 3 ascensores (uno de uso público, uno reservado para el personal autorizado de la clínica y un tercero, con uso de monta camillas y dimensiones poco usuales, dado que debe permitir subir y bajar por su hueco de 3 x 3 metros el aparato de resonancia que pesa varias toneladas, debiendo preverse, a tal efecto, una línea de paso, para efectuar su correcto mantenimiento y su sustitución en el tiempo.
La planta baja es, quizás, la más compleja de todas pues debe de permitir la convivencia de la entrada general de la clínica con la del Servicio de Urgencias, que tiene a su vez acceso en ambulancia desde la calle. La entrada se sitúa en el encuentro de las dos paredes que definen la antigua volumetría del edificio, dejando la antigua salida de servicio a la calle Córcega como salida de emergencia. La planta se prevé libre entendiendo las diversas mamparas y compartimentaciones como muebles que no llegan al techo, a modo del de recepción. Los techos metálicos, los vidrios a testa, sin carpintería y los panelados de arce pretenden dar a la clínica un aire de modernidad y asepsia.
Las plantas primera, segunda, tercera y cuarta (cada una de ellas destinadas a diversas especialidades médicas) suponen la creación del máximo número de despachos o consultas que, al situarlas perpendicularmente a fachada, permiten mejorar el rendimiento de las respectivas plantas hasta en un 50 %, respecto del primer proyecto que nos entregó la propiedad. Las diversas recepciones de planta se ubicarán en la parte central para permitir en las esquinas ubicar, a un lado, los vestuarios del personal y, al otro, los lavabos de planta de hombres y mujeres. Las plantas se articulan en dos cuerpos, dejando en el ángulo posterior un patio de servicio por el que ventilarán baños y dependencias de servicio.
Debido a la diferente anchura de las calles a las que la clínica da frente, la planta quinta sólo puede construirse dando frente a la calle Córcega y se destinará a sala de fisioterapia a doble altura.
Fachadas
La antigua fachada no tiene ningún interés, con independencia del grado de catalogación que se le quiera conceder, en virtud de los acuerdos de planeamiento, previos a nuestra intervención. De hecho, la mitad de la clínica que da sobre el Torrent de l´Olla es, ya, una ampliación mimética, construida en los años 70, del antiguo palacete. Por eso -y contra lo inicialmente aprobado- se plantea un revestimiento de la remonta en chapa corten, hasta convertir las últimas plantas en un auténtico remate del edificio, en una caja de luz, cuyas costillas aguantaran, incluso, los forjados superiores que quedarán suspendidos de la cubierta, una cubierta que se retrasa para potenciar la transparencia y la disolución del propio edificio, con su vidrio curvo, recortado contra el cielo. La chapa, delante de las nuevas ventanas de la calle Córcega, estará micro perforada de manera que sólo se percibirán de noche.
Para evitar el efecto de “helado de dos gustos” que suelen suponer siempre las remontas no miméticas (las miméticas suponen, a menudo, cosas peores) se propone que la chapa corten baje por el lateral de uno de los testeros, originalmente ciego, y entre y configure las paredes de la planta baja, así como que las antiguas ventanas se transformen en urnas de corten que, situadas en diversos planos, respecto del plano de fachada, den una imagen random, mucho más acorde con nuestro tiempo y los nuevos usos a los que se dedica hoy el edificio, vinculándolas, de paso, con la actuación del remate superior del edificio.
Ficha del Proyecto
Situación:
Director de proyecto:
Francesco Soppelsa
Colaboradores
Aparejador:
Fotografía:
Promotor:
Constructora:
Presupuesto:
Superficie: