Fuente: B720 Arquitectos
Contexto urbano, histórico y conceptual
La “Reconstrucción del Mercado de La Laguna” forma parte de un conjunto de intervenciones urbanísticas (mejora de la plaza del Adelantado y su entorno, nueva configuración de la plaza del Barranco y nuevos edificios de los juzgados) dirigidas a reivindicar el marcado carácter de liderazgo urbano que desde su implantación en la “Villa de Abajo” tuvo y mantiene la plaza del Adelantado. La plaza de la fundación de San Cristóbal de la Laguna, se diseña, según las disposiciones de la Corona, como verdadero germen de la ciudad, a partir del cual ésta crecerá de manera reticulada formando manzanas cerradas entorno a dicha plaza. Modelo urbano denominado “ex novo” que más tarde sería copiado para las nuevas fundaciones en territorio americano.
A pesar de la presencia de importantes edificios religiosos, como el convento de las Catalinas y la Ermita de san Miguel, la plaza del Adelantado siempre tuvo más carácter civil que religioso. No obstante fue latente la reivindicación social política y económica de este espacio desde muy temprano.
Actualmente es concebido como un lugar de paseo, reunión y manifestación social que unido a la alta calidad del paisaje urbano y a las excelentes condiciones climáticas parece obligado concebir el espacio comercial del nuevo mercado como un lugar abierto que integre los espacios libres públicos y participe del paisaje, siendo capaz de proponer nuevos puntos de vista y relaciones espaciales utilizando la proporción arquitectónica adecuada y creando nuevas tensiones, flujos y recorridos necesarios para poner en valor el patrimonio arquitectónico y urbanístico del entorno inmediato que lo rodea, así como de la trama urbana en la que se integra reconocida por la UNESCO como ciudad Patrimonio de la Humanidad desde 1999.
Cabe destacar la importante presencia de arquitectura mudéjar en la ciudad. Fachadas duras y neutras para edificios que se viven hacia el interior dejándose ver sólo a través de un difuminado claroscuro que más que ocultar las vistas desde el exterior, lo que persigue es permitir que se observen las actividades que se realizan en el interior de una manera muy sensual y siempre controlada. Nuestra propuesta no quiere ser ajena a esta manera de entender la arquitectura, proponemos un edificio que viva hacia el interior. Para ello proponemos un nuevo “patio” interior resultado de los retranqueos obligados en el interior de la manzana y ampliado por los nuevos espacios generados por la curvas de una sinuosa “piel blanda” concebida como fachada a escala humana mediante retranqueos. Este espacio de estancia y disfrute estará volcado al interior de la manzana pero mantiene un claro carácter de espacio exterior. Como en la arquitectura mudéjar buscamos que la “intimidad de lo que suceda en el patio interior pueda ser observada desde las fachadas duras (Norte y Este) a través del propio edifico mediante dos estrategias: desmaterializar la fachada convirtiéndola en una especie de celosía y marcar ejes de comunicación perpendiculares a fachada que conecten el espacio libre interior con el exterior.
En el espacio sinuoso del interior de la manzana se pretenden ubicar los accesos principales al edificio y de este modo conectar (visual y espacialmente) a través de este nuevo nodo los dos espacio libres.
Concepto permeabilidad urbana
El diálogo entre las formas, el empleo de lo existente como generador de espacios y la recuperación de visuales son tres de las herramientas desarrolladas a lo largo de la propuesta con el fin de obtener un espacio de usos mixtos totalmente integrado y que, además suponga un aporte urbano a la ciudad, tanto a nivel arquitectónico como social.
El proyecto, juega con los vacíos que el paso del tiempo ha ido dejando en la ciudad, como son, la Plaza del Mercado y la Plaza del Adelantado, base para el nuevo proyecto de parque que se pretende desarrollar, ambas conectadas de algún modo con el espacio intersticial que recoge la Ermita de San Miguel y el nuevo edificio de los Juzgados.
La recuperación de este lugar parte como una premisa en todo momento, la cual se piensa podría mantener conexiones tanto físicas como visuales con las otras dos anteriormente mencionadas. Este vacío urbano se toma como un espacio generador clave en la propuesta, adquiriendo la potencia como hito arquitectónico del pequeño volumen de la ermita, que supondrá un flujo de direcciones en la fachada del nuevo mercado, en diálogo con este espacio.
Concepto planta baja
La calle es el espacio en el que la gente se encuentra cómoda, a veces por el clima, otras por las actividades que ofrece, pero es la escala de los espacios y sus conexiones las que aportan al peatón esa condición de confort. La relación entre lo activo y lo pasivo es un concepto que debe ser aplicado a todo elemento público. Con esta idea, el nivel de calle se desarrolla como un espacio contenedor del mercado que, con una estructura ortogonal de sus galerías ayuda a la permeabilidad entre los espacios urbanos más próximos. Una disposición interior dura, racionalizada por los usos y sus dimensiones, generan un espacio en doble altura acorde con la transición de los vacíos. La zona posterior, se emplea para la disposición de los usos menos de acceso directo desde el exterior, dejando la fachada frontal a la Plaza del Mercado para los puestos de flores, con apertura directa a la calle, dotándola de una imagen vegetal.
Concepto planta primera
La zona de mercado se dispone en la parte delantera en relación a su plaza. En la zona central, la zona de tapas y bares se disponer retranqueada dejando un espacio interior abierto en relación a la doble altura, configurándose por lo tanto, la zona trasera de un modo más denso con los usos sociales y terciarios de oficinas.
La zona de terrazas en relación con la plaza, supone un aumento del espacio abierto para que la zona del vacío urbano se integre con el interior del edificio.
Concepto planta segunda
Polivalencia en todos sus espacios. Jugando con tres elementos lumínicos como contenedores de actividades, se obtiene un espacio creativo que puede ser configurado de diversas formas según texturas, colores y horarios. Usos nocturnos como bares de copas o salas de exposiciones, pueden tratarse junto con actividades más abiertas como restauración, terraza, guardería o eventos sociales.
Ficha del Proyecto
Autores:
B720 Arquitectos / Fermín Vázquez
Arquitecto asociado:
Colaboradores:
Sara García, Jorge Sotelo, Fran Carrera, Javier García Pita, Rodrigo Velázquez